La Entidad Pública Empresarial del Suelo avanza en el desarrollo del polígono El Bullón y en paralelo, el Ayuntamiento de Miranda trabaja para aprobar el Plan Parcial de este proyecto en 2024. La tramitación para su desarrollo continúa sin trabas y aunque quedan hitos por conseguir en los despachos, la Sepes pelea por atraer a «grandes empresas», y así afianzar el futuro de un espacio en el que el desembolso rozará los 30 millones de euros. Al ser una cuantía elevada, los promotores desean mantener el rumbo con algún «proyecto concreto», que pueda cristalizar, y para eso han presentado ante grupos de inversión todas las posibilidades de este enclave a los pies de la A-1, «que es un suelo de gran relevancia para nosotros por su capacidad única en la zona», afirman en la entidad pública.
Entre las bondades que publicitadas, destaca su capacidad de «albergar proyectos estratégico de grandes dimensiones», afirman en la Sepes. Por comparar, el aterrizaje de Panattoni en Ircio se producirá en una superficie de 285.000 metros cuadrados, aunque El Bullón nacerá con la posibilidad de vender parcelas, para industria o logística, de 340.000 metros dentro de una única manzana.
Para que todo esto se convierta en realidad, la Sepes colabora con el Ayuntamiento de Miranda, al que «atendemos las distintas peticiones de documentación que nos solicita», aclaran. La Junta de Castilla y León concedió el informe favorable a la declaración ambiental antes de verano, por lo que ahora el punto pendiente pasa por «la aprobación definitiva del Plan Parcial, que será el último requisito necesario para poder tener la definición completa», aclaran en el organismo público. Ese documento puede conseguirse el próximo año y así lo explica el concejal de Urbanismo, Guillermo Ubieto, quien matiza que «esperamos tener confirmada toda la parte de aprobación urbanística en 2024», aunque recalca que el proyecto debe cumplir la exposición pública, con el riesgo de que las alegaciones causen alguna demora.
Aun así, en el Consistorio explican que la tramitación transcurre sin ningún sobresalto. Por ahora, en Urbanismo reciben los informes sectoriales solicitados a todas las administraciones implicadas, «y tenemos la previsión de que todos sean favorables para avanzar y desarrollar esta zona», admite Ubieto. El responsable municipal repara en que las entidades cuestionadas tienen tres meses para contestar, menos en el caso de la Confederación Hidrográfica del Ebro, que cuenta con medio año para completar su análisis. Aun así, ese tiempo puede reducirse, ya que «en el caso de la Casa de las Cadenas conseguimos que la CHE fuera más ágil, pero a veces agotan los plazos por su carga de trabajo», puntualiza el edil.
Cuando el Plan Parcial esté aprobado, el proyecto quedará por completo en manos de la entidad pública del suelo. En esa fase, la Sepes aclara que redactarían el proyecto de actuación y los correspondientes a la urbanización y la reparcelación de las más de 122 hectáreas de este futuro parque empresarial, preparado para la llegada de inversiones con una gran demanda de suelo.