Catorce imágenes en las que aparecen 37 meneses retratados por la fotógrafa Marta García Hoyos colgarán hasta el 4 de octubre de las paredes del claustro del convento de Santa Ana. Pero no es una exposición cualquiera, sino una experiencia que ha unido a adolescentes y jóvenes desde 13 años de edad con personas de hasta 97 sabios años y con la que se "ha intentado crear conciencia del problema de la soledad y de la importancia de todos los grupos de edad en la construcción de la sociedad", como explica Marisol Sueiro, coordinadora del programa municipal Soledad Cero.

Una tarde reunieron a adultos de más de 60 años del programa Soledad Cero, a jóvenes del local joven y mayores de la residencia Nuestra Señora de Cantonad. Se trataba de poner en común experiencias y de conocerse antes de ponerse ante el objetivo de García Hoyos. Enseguida se contaron aquellos consejos que hubieran querido escuchar, los novios/novias que han tenido o sus aspiraciones. Surgieron risas, escucha y recuerdos, rememora Sueiro. Con todo se elaboraron las pequeñas biografías que acompañan a las imágenes.

Ayer se inauguró la exposición Uniendo Generaciones y se volvieron a ver, aunque ya han coincidido en algunas actividades en verano y volverán a hacerlo, porque "la intergeneracionalidad va a ser el sello de identidad del programa Soledad Cero", avanza Sueiro. "Cada colectivo necesita su espacio, pero eso no significa que no puedan trabajar juntos", añade. Así, los 100 inscritos en Soledad Cero volverán a establecer contactos con los jóvenes que coordina Berta Olmos. El alcalde, José Ranero, que estuvo en el origen de la idea quiere que la exposición sirva para "resaltar el valor de los y las mayores meneses/as y la relevancia de su historia en la formación de nuestra identidad comunitaria".