La Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Burgos ha puesto al Servicio de Movilidad y Transportes del Ayuntamiento de Burgos una sanción de 6.000 euros por no haber entregado a los conductores de autobuses los uniformes con los que tiene que trabajar.
Es la tercera vez que la Inspección de Trabajo sanciona al Ayuntamiento y deja constancia de ello cuando defiende que «la sanción resultante se gradúa en su grado máximo» al apreciarse un «incumplimiento de las advertencias previas a requerimientos» realizados previamente, lo que demuestra la «negligencia e intencionalidad del sujeto infractor» cuya inacción afecta a 226 trabajadores del servicio.
Recuerda al analizar la infracción, tipificada como «grave», que el artículo 67 del convenio colectivo del Servicio Municipalizado de Autobuses Urbanos de Burgos detalla que «cada tres años corresponde entregar una prenda abrigo para el invierno» a los conductores y que ésta debía de estar ya en manos de los trabajadores desde antes de junio de 2023.
La representación del Ayuntamiento no pudo hacer otra cosa que reconocer que los hechos son tal y como se detallan (el comité de empresa lo había denunciado) y lo único que ha podido hacer el Smyt es acogerse a un descuento de la multa aceptando su pago por anticipado y así tener que abonar 3.600 euros en lugar de 6.000.
Parece que se ha decido frenar la desidia o incapacidad en la gestión y ya se ha conseguido sacar el contrato a concurso.
Esta situación que se lleva dando desde hace ya demasiado tiempo ha provocado, necesariamente, que los nuevos trabajadores incorporados al servicio, tengan que realizar su trabajo con la ropa que traen de casa mientras que los veteranos tratan de estirar los uniformes al máximo posible hasta que cuenten con los nuevo. Mala imagen desde todos los ángulos.