Una nota de esperanza

Ó.C. / Miranda
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María Viqueira y Sandra Cruz toman el relevo en el Ateneo Musical Mirandés tras el fallecimiento de Javier Giménez. Este sábado arranca la temporada de conciertos, que dará continuidad a más de 40 años de trayectoria

Sandra Cruz (izq.) y María Viqueira toman el relevo al frente de uno de los colectivos culturales más activos de Miranda. - Foto: Ó.C.

El Ateneo Musical Mirandés arranca este sábado una nueva temporada y no es una cualquiera. El colectivo suma más de 40 años de trayectoria, pero este curso tendrá mucho de especial, porque al frente hay savia nueva, una nota de esperanza, que da continuidad al proyecto de Javier Giménez, que falleció repentinamente el pasado marzo. La noticia supuso un golpe duro para el colectivo, que se quedó huérfano e incluso en su interior sopesaron tirar la toalla. Aquello pudo ser el final de la partitura, porque había más dudas que certezas y aquella encrucijada quedó resuelta por la aparición de María Viqueira y de Sandra Cruz, que tienen su debut como directivas este sábado con la actuación en la Casa de Cultura de Miranda desde las 20.15 horas de la Orquesta Sinfónica del País Vasco.

Este será su inicio, pero antes de todo eso ambas asistieron a la reunión de los socios, en la que se repasó las cuentas, pero sobre todo se habló de futuro. «Hicieron una asamblea final justo antes de verano y nos dijeron que o lo cogía alguien o el Ateneo desaparecía», recuerda Viqueira. Cruz añade que «salimos hablando entre nosotras, sobre la pena que nos daba que se acabara y nos preguntamos si entre las dos sería posible». De aquello salió un empuje con el que han dado continuidad al colectivo que en su mejor época contabilizó más de 500 socios.

El último recuento rebaja esta cifra «hasta las 330 aproximadamente», revela Viqueira, quien reconoce que con este dato uno de sus grandes objetivos pasa por conseguir más respaldo y por eso, «de entrada estamos intentando dar a las redes sociales y a la web, porque antes no había un espacio muy claro para los que querían hacerse socios», explica. Ella tiene 38 años y su compañera de aventura 39.

Las dos reconocen que la media de edad en el colectivo está muy por encima, por lo que «nos gustaría abrirlo a gente más joven, más que nada para dar continuidad al Ateneo», matiza Cruz, quien ensalza el respaldo que han sentido desde que dieron el paso.

Para conseguir todo lo que se han propuesto, las dos pretenden que se note que hay nuevas responsables e «igual no meter tanta música clásica y algún estilo diferente como el jazz, aunque tampoco es algo nuevo, porque durante todas estas temporadas ha habido de todo», apuntan. Para crear la programación tienen el apoyo de los miembros de la junta directiva que las precedió. En especial, mencionan a

Pedro Martínez el anterior tesorero, que «nos ayuda con el histórico de las actuaciones que ha realizado el Ateneo, porque él sabe lo que ha venido, lo que gusta a la gente y todo eso nos viene bien», afirman.

Su grupo de trabajo está formado por cinco personas y para confeccionar la temporada indican que «en verano estuvimos bastante liadas para empezar a cerrar las actuaciones de este último trimestre», reconoce Viqueira, quien junto a su compañero admite que «nos esperábamos que iba a costar mucho más». Aun así, confiesan que su camino ha sido más cómodo, porque el grupo tiene «más de 40 años de historia y eso lo hace más fácil, porque los artistas incluso se ofrecen y luego la gente también conocía mucho a Javier y se han prestado», ensalza Viqueira, que detalla que ya tienen la mayoría de las fechas cubiertas antes del inicio de este sábado en la Casa de Cultura.