El servicio de Oncología en Miranda afronta unos meses complicados por la baja de una de las profesionales que pasa consulta en la ciudad, por lo que en un tiempo sin confirmar, el hospital comarcal quedará solo con una de sus dos plazas cubiertas. Esta es una especialidad muy delicada y desde la gerencia del Santiago Apóstol, Arsenio Besga, admite en primer lugar que «cubrir la baja va a ser muy difícil», por lo que buscan una solución para atender a los enfermos de cáncer. El responsable del centro comarcal lamenta que la falta de especialistas dificulte una incorporación temporal y avanza que mantienen reuniones, aunque todavía hay varias pendientes, con el complejo asistencial de la capital provincial, para que el HUBU «nos cubra las carencias», confiesa Besga, quien adelanta que la propuesta pasa porque haya médicos que se trasladen a Miranda.
Para cerrar los detalles, «hoy el oncólogo que queda tiene una reunión con el responsable de Burgos y posteriormente tendremos otra entre las direcciones», revela el gerente. De esas citas, debe salir un acuerdo «al que estoy seguro de que llegaremos», adelanta el responsable, quien reconoce que «seguramente se tendrán que desplazar, pero no hará falta todos los días de la semana». En cualquier caso, matiza que «sí que tendremos que organizar las consultas», con el reto de que el servicio note lo menos posible la ausencia.
La responsable del HUBU, Ana Lucía Fernández, explicó a Diario de Burgos en una entrevista reciente que «si en el hospital comarcal necesita ayuda, puedes hacer que exista esa consulta presencial, pero digitalmente». Eso conllevaba una asistencia desde Burgos, pero con el paciente acompañado en Miranda. Esa valoración que dejó sobre la mesa Fernández se descarta desde la ciudad, porque «es una especialidad muy sensible», opina Besga, quien admite que cubrir las necesidades del Santiago Apóstol con una única persona «sería complicado, porque es una materia en la que hay que tener mucha agilidad para ver primeras consultas, porque una persona no puede esperar tres meses para que la vean en ninguna especialidad, pero en esta mucho menos».
Además, las necesidades incluyen al hospital oncológico de día, «donde hacemos tratamientos de quimioterapia y con un único profesional hay algunos que no se podrían dar, porque no daría abasto», apunta Besga. Por este motivo, añade otro argumento para el traslado de profesionales desde la capital (...).
(Más información, en la edición impresa de Diario de Burgos de este lunes o aquí)