De la indiferencia a la lógica

L.M.-R.E.M. / Burgos
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Desde Revilla Vallejera, Roa o Pradoluengo entienden la supresión de ciertas paradas de bus en localidades burgalesas por falta de uso

La Junta critica la decisión de suprimir paradas de bus en algunos pueblos y pide al Ministerio una reunión para abordar el asunto. - Foto: Alberto Rodrigo

Ni se acuerda Alfonso Álvarez, alcalde de Revilla Vallejera, del tiempo que hace que el autobús que cubre la ruta Melgar-Madrid hace parada en su pueblo. 

Esta línea es una de las muchas que se reestructurará por el Ministerio de Transportes, y lejos de ser un drama para este pueblo, la noticia -desconocida para ellos- cayó ayer con equidistancia. Al tratarse de un recorrido que no les permite llegar a Burgos o Palencia, las dos capitales más próximas, Álvarez confiesa que está completamente inutilizada.

La alcaldesa de Castrojeriz, Beatriz Francés, menciona que «tampoco debía tener mucho éxito» ese bus que va a Madrid. El trayecto se alarga 5 horas y media, aunque lo cierto es que no les han comunicado nada oficialmente. Mientras, el alcalde de Roa de Duero, David Colinas, dice que tampoco les afectará mucho y cree que -estatal- solo pasa uno de Salamanca a Barcelona.

En el extremo este, tanto Ibeas de Juarros como Pradoluengo, los dos grandes núcleos de población, tampoco claman contra la supresión de sus apeaderos en la línea Burgos-Logroño-Zaragoza. Belorado se convertirá en el nodo desde el que se podrán subir y bajar los pasajeros en esta ruta, tal y como reflejan los planes del Ministerio. En Pradoluengo el bus que les acercaba al municipio beliforano para coger el autobús estatal, reconoce la alcaldesa Susana Díez, «iba en muchas ocasiones vacío» y llegaba con hora y media de antelación. Así, el taxi o el coche son más rentables.