La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Burgos ha condenado a S.S.G. a la pena de seis años de prisión por un delito de tráfico de estupefacientes y a otros tres a su pareja sentimental, D.D.D., como cómplice. El juez considera probado que ambos recepcionaron un cargamento de 20 kilos de 4CMC, conocida como droga caníbal, llegado de los Países Bajos. No obstante, ambos saldrán de la cárcel, donde permanecían desde 2022 de manera provisional, a la espera de que la sentencia sea firme. Cabe destacar que la Fiscalía solicitaba ocho años para cada uno de ellos.
Según los hechos probados, S.S.G. regentaba un club de alterne en la N-620, en Villanueva de las Carretas. La Udyco Central fue informada por el GRECO de Galicia y la DEA de Estados Unidos de que la ahora condenada pretendía recibir un envío de droga sintética desde Ámsterdam. La mercancía se encontraba retenida en la aduana holandesa por no cumplir con los protocolos documentales.
Después de que los investigadores recabasen una serie de pruebas, el juzgado instructor autorizó la colaboración de agentes encubiertos. Uno de ellos concertó una cita con ella y con el otro acusado, D.D.D., en un área de servicio de Aranda de Duero para acordar traer desde Países Bajos la mercancía retenida. Le entregó los documentos originales de importación, el lugar donde se encontraba y el destinatario.
Tras esto, queda acreditado que se autorizó la intervención de los números de teléfono de la acusada e inició los trámites para intervenir el envío y permitir su circulación controlada. El 8 de marzo, el agente encubierto se presentó en el lugar de Ámsterdam acordado con S.S.G. y recogió una caja de ferretería Gamma que contenía dos bolsas, una con una sustancia polvorienta de color blanco y otra precintada. Cada una pesaba algo más de diez kilos.
La mercancía fue custodiada por la Udyco en un traslado en avión hasta España. El 17 de marzo de 2022, la considerada como autora del delito se hizo cargo de la caja, momento en el que se procedió a la detención de ambos. Paralelamente, se autorizaron registros en su domicilio de la capital burgalesa, ubicado en la zona sur, y en el club de alterne de la N-620 en Villanueva de las Carretas. Se intervinieron 58.280 euros en efectivo y una báscula de precisión.
La caja transportada desde Ámsterdam contenía un total de 20 kilos de 4CMC, una sustancia sintética que produce estimulación nerviosa y efecto euforizante, lo cual provoca miedo, alucinaciones, agitación o agresión. Su valor total en el mercado ilícito hubiese sido de 867.449,31 euros. La sentencia sostiene que S.S.G. conocía el contenido de estos paquetes y que D.D.D., si bien no era quien tomaba las decisiones, participó activamente en la recepción y acompañó a Madrid a su pareja sentimental.
En los fundamentos de derecho, el juez indica que S.S.G. era plenamente consciente del contenido de la caja que recogió de manos de los agentes encubiertos y no cree su declaración en la vista oral, en la que alegó que pensaba que la mercancía eran «sales minerales». Dadas las características de las sustancias mencionadas, entiende que «no cabe duda de que se trata de una sustancia que causa grave daño para la salud» y dadas las cantidades deben considerarse «de notoria importancia». Esto también agrava la multa, que queda en 850.000 euros para la autora y 400.000 para el cómplice, aunque ambos saldrán de manera provisional de prisión. El abogado de D.D.D., FernandoVecino, celebra esta última decisión pero anuncia un recurso al TSJCyL al insistir que él no sabía qué había en las bolsas.