El Arzobispado sigue pagando las nóminas de una decena de empleados pese a la denuncia de desahucio presentada el lunes en el Juzgado de Briviesca para sacar a las exmonjas del convento de Belorado. Entre los trabajadores hay guardianes y jardineros -que se encargan también de los monasterios de Derio y Orduña-, además del personal responsable de cuidar a las cinco hermanas mayores. Ya han pasado más de cuatro meses desde que se inició el cisma y por ahora se ha optado por asumir todos los sueldos de las personas que así lo reclamaron cuando se pasó a controlar las cuentas, aunque se plantea la posibilidad de que «en algún momento» habrá que regularizar esta anómala situación.
La exabadesa, Laura García de Viedma, tampoco quiso facilitar al Arzobispado cuestiones como el salario o los números de cuenta de esa decena de trabajadores y fueron los propios empleados los que tuvieron transmitir directamente la información. También hay algún trabajador -uno o dos- que no se ha puesto en contacto y que, por tanto, no ha recibido su salario -al menos, por parte de la Iglesia-. Se desconocen las razones por las que no han reclamado cobrar o cuál es realmente su situación laboral.
Por otro lado, ayer también salieron a la luz algunas sospechas de que las exclarisas pretendían llevar a las hermanas más mayores -quienes sí pueden permanecer en el convento y contra ellas no va la denuncia- a un notario con el objetivo de convertirse en sus tutoras legales. Ni el Arzobispado ni las exmonjas prefieren manifestarse sobre esta cuestión. Lo que parece claro es que el 'culebrón' seguirá sumando capítulos después de iniciarse la vía legal tras un «período prudencial», ya que tampoco parece demasiado claro el tiempo que se puede llegar a alargar (...).
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