Escuchar que tienes cáncer de pulmón, el más letal de los tumores, te provoca un tsunami emocional que «se lleva todo por delante», también los recursos: la mitad de los pacientes ven reducidos sus ingresos por la enfermedad.
«El desorden económico es grande», subraya el presidente de la Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón, Bernard Gaspar, con motivo del Día Mundial del tumor que se celebra hoy.
Hay pacientes que pueden costearse lo que el sistema público no cubre, como desplazamientos o tratamientos dermatológicos, pero otros tienen que echar mano de préstamos personales o ayuda de allegados para permitírselos.
Bernard, que perdió a su mujer por un cáncer de pulmón, tuvo que afrontar las sesiones de Psicooncología para asumir su duelo y el de sus hijos. Cada una ronda entre los 80 y 90 euros. También pidió una excedencia para acompañar a su esposa, que quiso morir en casa.
De los más de 30.000 casos de carcinomas bronquiogénicos que se detectan al año, el 70 por ciento están en fase avanzada. Reducir esta impronta pasa necesariamente por el diagnóstico precoz, subraya Luis Seijo, director de Neumología de la Clínica Universidad de Navarra.
En España aún no se hacen cribados, recomendados para mayores de 50 años que han fumado entre 20 y 30 paquetes/año o más, aunque son criterios que «hay que perfeccionar», afirma el experto.
No estigmatizarlo
«El primer momento del diagnóstico es como un tsunami porque todo en lo que está basado tu vida desaparece», ilustra Mª Ángeles Marín, Leles. Para su marido y sus hijos fue «demoledor». «A mi familia le di la vuelta al calcetín de su vida», rememora.
A ella le llegó en noviembre de 2021, en una revisión rutinaria de su asma, que parecía haberse intensificado. Cuando su neumólogo abrió la radiografía, «se encontró un tumor grande en el pulmón izquierdo. Ahí empezó el espectáculo».
Espectáculo porque, además, Leles no fuma -el 80 por ciento de los pacientes lo hace o lo ha hecho, es mujer -que presentan menor incidencia- y su padre tenía fibrosis pulmonar, que era lo que se esperaba. «Ni se me podía pasar por la cabeza un cáncer», insiste.
Necesitó 20 minutos para digerirlo. Sabía poco de la enfermedad, solo que «se diagnostica tarde y se fallece en pocos meses». «Pensé que no iba a llegar a Semana Santa».
Leles acaba con un mensaje rotundo: «No es el cáncer malo. Para tener cáncer de pulmón lo único que tienes que tener son pulmones. Por favor, dejemos de estigmatizarlo, porque los fumadores tampoco se han ganado un cáncer».