Tras la mudanza al mercado provisional de la plaza España y después de que el derribo del Mercado Norte vaya a ser una realidad después de Navidad, tal y como se ratifica con las diez ofertas que se han recibido para su demolición, el año 2025 deberá ser, irremediablemente, el que arroje luz sobre la futura dotación comercial. Tanto, que el concejal de Urbanismo, Manuel Manso, defiende que el cronograma diseñado por el equipo de Gobierno contempla que sea el próximo año cuando se tenga ya pulido el proyecto de ejecución (se pidió a AU Arquitectos y AJO Taller de Arquitectura que lo ajustaran) y también cuando se lance el estudio de viabilidad de la dotación y se trabaje en los pliegos para licitar la construcción y explotación de la dotación comercial. El objetivo último será arrancar las obras a lo largo de 2026.

Este periódico ha detallado ya que los planes del equipo de Gobierno pasan por realizar una inyección de dinero público que complemente a la inversión privada. Entienden en el número 1 de la Plaza Mayor, tras testar a promotores, que el coste del edificio es demasiado elevado para que desde el ámbito privado se vean opciones de lograr rentabilidad y de ahí que el Ejecutivo municipal se haya planteado dedicar una parte del edificio a la creación de un espacio de emprendimiento.

Dicho de otra manera, el Gobierno de coalición del PP y Vox cuenta con que los inversores privados estarían dispuestos a poner unos 14 millones de euros, por lo que el Ayuntamiento tendría que desembolsar un mínimo de otros seis y, además, sufragar el coste del derribo de la dotación actual, su vallado y la urbanización de la plaza Hortelanos. Dicho de otra manera, la administración municipal tendrá que invertir alrededor de diez millones de euros.

A la vista de los pasos que se han dado hasta la fecha, la previsión de Urbanismo de iniciar obras en 2026 parece bastante ambiciosa. Supondría, en caso de cumplirse los hitos marcados, que la ciudad podría tener un nuevo Mercado Norte a finales de 2028 e inaugurarlo en el ecuador de la próxima legislatura.

En todo este proceso será clave el papel de la Intervención municipal que en tiempos pasados puso algún que otro reparo en relación con el riesgo empresarial.

Tanto el estudio de viabilidad como los pliegos tendrán que superar también el análisis que realice la Oficina Nacional de Evaluación (ONE). Será necesario realizar un trabajo serio para no repetir errores y bochornos del pasado.