Ángela Cremonte, actriz: "Trabajar en televisión está muy infravalorado"

JAVIER M. FAYA (SPC)
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La esclava Sabina de 'Hispania' e 'Imperium' desgrana las claves de las series nacionales y sus planes en el cine patrio

Ángela Cremonte, actriz: "Trabajar en televisión está muy infravalorado"

Hija de argentinos y con sangre española, alemana y francesa -seguro que habrá más por ahí-, la Sabina de la serie Hispania -y su continuación, Imperium- destila humor por todos los poros. Así, nos cuenta que sigue sin estar dada de alta en la Seguridad Social por su señor, el malvado pretor Galva, y que lo mismo tiene que hacer las maletas e irse al país de la Merkel. Bromas al margen, este bellezón de Madrid tiene proyectos importantes... ¡Pero no dice nada!

 

¿Y esos apellidos?

Jajaja, me encanta esta pregunta. Soy hija de argentinos (emigrantes, emigrada), es decir, de europeos que dejaron el viejo continente en el siglo XIX. Cremonte es italiano, de la zona de la Liguria o del Piamonte (no quiero abrir viejos debates familiares). Gilges, alemán, de la isla de Heligoland. Raynié creo que viene de una mala transcripción americana de "rainier", francés, de Toulouse, parece. La botánica del hogar se me da fatal, pero adoro los árboles genealógicos.

 

¿Cómo surgió la oportunidad de hacer Hispania?

Serie de mis mores. Ya había trabajado con Bambú (la productora de Hispania) en Gran Reserva. Me llamaron para una prueba, la hice (no fue fácil), y volvió a sonar la flauta. No me lo esperaba. Al mes ya estaba vestida de romana y metiéndome dentro a Sabina. Me entusiasmo con facilidad. Soy una flipada de la época, vamos, así que estaba feliz.

 

¿Ha sido el trabajo del que te sientes más orgullosa?

No sé si del que me siento más orgullosa (eso podré dilucidarlo con un poco más de tiempo) pero sí es el trabajo al que más amor tengo, del que más he aprendido y el personaje que más quiero. A la zaga está Amaia de los Hombres de Paco. Siento que no me pude despedir de Sabina, y que aún quedaron cuentas por saldar con ella a nivel profesional.  Me hubiera gustado hacerla más y mejor. La echo de menos, como si fuera real. Es loco!

 

 

La dómina se hizo un poco dominatrix, ¿no? Mucho vicio...
Bueno (risas)... Hubo un principio de idilio, pero luego ella se enamoró del general Marco. 
 
Creo que pasó bastante frío en Hispania, ¿no? Porque allí ibas muy ligerita de ropa... 
Bueno, es que había medio gramo de fibra por metro cuadrado de tela, todo transparencia. Imagínate, a las siete de la mañana, en febrero, con escarcha, en Cuacos de Yuste, en Extremadura. Y yo llevo muy mal el frío... 
 
Pues digo yo que tendría la estufa cerca cada vez que repetía las escenitas
Ay (risas), sí que había, pero no servía. ¡Qué mal lo pasé!
 
Una anécdota rápida...  
Medio equipo vestido de romano más bata en la cola del catering chequeando el móvil me parece suficiente bizarría... Las anécdotas picantes no puedo contarlas, se me pueden volver en contra (risas). 
 
¿Te sientes afortunada por el hecho de que las series españolas estén en auge? 

Mucho. Quizás no hubiera tenido las mismas oportunidades de trabajar como actriz si mi pasión y mi empuje y la causalidad o las contingencias que sean no hubiesen coincidido con un auge de la producción (que empezaba a ser industria si no lo era ya) de series de televisión nacionales. Creo (y sé) que cada vez se hacen mejor. Tenemos mucha cultura que poner sobre la mesa. A ver si nos dejan.

 

¿Se puede sobrevivir en la tele?

¡Yo aún estoy viva! Pero vamos, vuélvemelo a preguntar dentro de unos años. Trabajar en televisión está infravalorado.Hay grandes actores, grandes técnicos y profesionales. Si tuviéramos un poco más de libertad creativa, se harían cosas incluso mejores. En este país nunca ha faltado la capacidad metafórica, lo que pasa es que se le obliga a competir con lo mediocre.

 

¿Qué otras anécdotas recuerdas de Hispania e Imperium?

Buuuffff, ser una transparencia con patas se considera anécdota? De verdad, medio equipo vestido de romano más bata en la cola del catering chequeando el móvil me parece suficiente bizarría... Las anécdotas picantes no puedo contarlas, se me pueden volver en contra, jeje!

 

¿Cómo fue la experiencia de rodar en Cinecittá?

Maravillosa, un sueño, increíble. Como dijo Nathalie Poza (Claudia), ¡parecíamos niños en Eurodisney! Como locos. Es un lugar lleno de historia: huele a eso, a cine, a gente que ha estado poniendo ahí su alma. Cinecittá es un universo denso, un disparadero de imaginación y de emociones. Y, repito, como flipada que soy, vestida de Sabina y corriendo por el decorado del mercado romano con Marco a mis espaldas y rodeada de extras italianos, tuve mi epifanía personal. Todo el mundo se merece una!

 

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¿Cómo definirías a Lluís Homar?

Escucho la pregunta y sonrío. Es evidente que como actor es GRANDE. Tiene una capacidad para crear con sutileza precisión y matices, increíble. Parece que siempre pone la energía justa en cada cosa que dice. Es un artista. Dicho esto, a mí me apetecía empezar a contestar la pregunta por el lado personal: es un hombre dulce, culto, cariñoso y un compañero generoso. Recuerdo que en la primera temporada de Hispania, cuando nos fuimos a La Vera (Estremadura) a rodar exteriores, el hotel donde se alojaron el resto de actores estaba lleno, así que a LLuís y a mí (recién desconocidos!), nos pusieron solos en el mismo hotel.  La primera noche bajé a cenar y allí me encontré a Don Homar sentado en una mesa (o fue él quien me encontró sentada a mí..?). En fin. Pensé: "Bueno, a ver de qué hablamos ahora este hombre y yo...". Nos hicimos compañeros de ese momento y hablamos durante días, desayunos y cenas. Parecíamos dos pensionistas de vacaciones. Le tengo un cariño especial. Fue todo un descubrimiento. (esto vale como anécdota, no?)


¿Por qué fracasó en audiencia Imperium cuando era un producto más que cuidado y las dos primeras temporadas de Hispania habian funcionado de maravilla?

Pregunta del millón. Si supiera la respuesta tendría una productora en Hollywood y la HBO sería mía! No lo sé... Quizás la gente estaba cansada del "péplum", quizás no estuvimos a la altura, quizás era un tanto oscura para los tiempos que corren... de todas formas, para mí que una serie no haga un 20% de audiencia no significa que sea un fracaso!! Por favor, cómo me gustaría poder hacer series para un público específico con gustos concretos, como en EEUU: no podemos seguir haciendo una misma serie que guste al niño, a la niña, a los padres, al abuelo y al adolescente y no perder en calidad. Así no hay manera de hilar fino y, paradójicamente, se pierden seguidores. A mí no me gusta lo mismo que a mi hermana de 17 años y, en general, me parece normal que no nos gusten las mismas series.

 

¿Es que aqui en españa solo funciona el portero loco, el vecino mariquita, los chismorreos, la Esteban, el edredoning  y poco más?

Quiero pensar que no. Pero si es lo que nos ponen es lo que empezaremos a querer ver. Como espectadores nos hacemos vagos (igual que como ciudadanos, como alumnos, como amantes...), porque "el discurso" general cada vez es más pobre. Nos hablan como a tontos y tontos nos volveremos. Creo que tenemos responsabilidades que desempolvar si no queremos quedarnos vacíos de alma. Al menos yo me aplico ese discurso. No escucho a quien por defecto me habla como si fuera idiota. Apago muchos telediarios por este motivo.

 

Incluso voy más en concreto a las series. ¿Por qué solo funcionan comedias y dramones y no algo histórico como lo vuestro?

Creo que me he enrollado tanto en las anteriores preguntas que esta ya la he contestado!! En general, imagino que funciona lo que ve la mayoría. Quizás haya que preguntarse quién es esa mayoría "democrática" que ve la tele y si el futuro cultural del audiovisual está en la tv o en internet o en dónde. No tengo respuestas, sólo me hago estas preguntas. Sólo sé que hay mucha gente distinta (público segmentado con gustos concretos y diversos) que consume muchísimo audiovisual de calidad en internet porque en la tv española (aún) no siempre encuentra. Mis amigos, por ejemplo. Yo misma. PD: y porque no suele haber versión original en tv, lo cual es un crimen.


¿Te has dedicado solo a la interpretacion o tienes un plan b, digamos, unos estudios o un trabajo alejado del oficio que elegiste?

Además de actriz soy licenciada en Humanidades. Vista la demanda de humanistas y de actores que hay en estos momentos más me vale empezar a pensar en un plan B que incluya la Z... De momento, estoy bien así, pero soy muy socorrida y no paro. Me gusta escribir, he participado en un par de certámenes de poesía y tengo un blog donde a veces pongo mis chorradas... http://delabocadefresa.blogspot.com.es/ ¿Por qué? ¿Necesitáis reportera?

 

¿Cómo se lo tomaron en tu casa cuando dijiste aquello de Concha Velasco: Mamá, quiero ser artista?

Jaja! teniendo en cuenta que antes dije lo de "mamá, quiero ser humanista", el terreno ya estaba abonado... Es broma, mi madre siempre me dijo que estudiara lo que me gustara. Sólo me dio la vara con el inglés, y con razón. Y yo siempre fui tan empollona y me gustó tanto el inglés y los idiomas y me tomé tan en serio la interpretación, que en mi familia no hubo más que respeto y aliento y apoyo. Y me fue bien. En resumen: mi madre es lo más. Llevo una foto de ella en el móvil y la enseño como si fuera la de mi hija.


¿Cómo fue tu experiencia en la película La voz dormida? ¿Te puedes llegar a involucrar tanto en un papel que puedes pasar verdadero miedo? lo digo porque la cárcel vuestra acojonaba,  y con perdón... La de Celda 211 parecía una guardería a su lado. 

Bueno, es verdad que en determinados momentos, sí, había una atmósfera de respeto, sacra. Yo creo que todos queríamos honrar la historia que estábamos contando pero, sinceramente, como Benito Zambrano nos tenía llorando todo el día y la tensión emocional era tanta, entre toma y toma nosotras no hacíamos más que reírnos. Para aligerar. Supongo que nos cuidábamos así,¡ es supervivencia!

 

¿Había tan buen rollo en Los hombres de Paco como parece? Paco Tous parece un cachondo mental.

¡Sí! Muy buen rollo, de verdad. Lo de esa serie es un grado, "Coronarse o morir" una frase que me alegra haber podido pronunciar por derecho propio. Una gran familia de verdad.

 

En otro filme premiado con los Goya, Vete de mí, tuviste la oportunidad de trabajar junto a Juan Diego y Juan Diego Botto... ¿Qué recuerdas de aquello?

Madre mía, qué experiencia más buena. Recuerdo, y esto es una anécdota, que hubo una secuencia en la que nos sentábamos a la mesa para desayunar Juan Diego Botto, Cristina Plazas, Juan Diego y yo. Juan Diego estaba sentado a mi derecha. El ambiente era tenso porque su personaje y el de su hijo (Diego Botto) tenían sus diferencias. Yo estaba en medio de esa situación incómoda. Cada vez que daban acción y Juan Diego me hablaba, me intimidaba tanto tanto que yo no podía reprimir, toma tras toma, una risa histérico- nerviosa imparable. Intentaba refrenarla pero no podía: acción y me ponía a temblar y balbucear, toda roja. Juan Diego alucinaba y a mí me daba miedo que se enfadara, así que cada vez me intimidaba más. Un bucle. Quedó eso porque al director le acabó gustando.  Si veis la peli, ahí está esa cosa rara que hago.


Volvemos a la tele. ¿Qué destacarías de Gran Reserva?

Fue la primera vez que interpreté un personaje con recorrido, arco, intensidad. A Paloma, la secretaria de los Cortázar y, además, a su hermana gemela. Hacer de mi ajena mismitud, por así decirlo, me pareció la guinda y todo un reto. Además, fue donde empecé mi relación con la productora Bambú y el equipo, al que quiero mucho.



¿Son tan maratonianas las grabaciones de series? ¿Es porque se repiten una y mil veces las tomas o es que haceis cuatro o cinco capítulos al dia?

Hombre, no, cuatro capítulos al día no hacemos, al meno no en una serie semanal. En una serie semanal se corre pero no tanto como en una diaria. Está algo más cuidada y hay algo más de tiempo para rodar cada secuencia, más espacio para crear. No obstante, sí, son maratonianas: son muchas horas de rodaje, se empieza muy temprano y hay urgencia en terminar las secuencias que se planean para cada día. Literalmente, el tiempo es oro.


 


La vida de un actor, si no estás consagrado, debe ser muy dura, siempre pegado al telefono, ¿no?

Y si estás consagrado, también, aunque en menor grado. La vida del actor es emocionalmente (y muchas veces materialmente) difícil e inestable. Trabajamos con emociones, nosotros somos nuestra herramienta y si no trabajamos solemos pensar "¿soy yo? ¿mi herramienta no está afinada? ¿no gusta?" Hay que aprender a vivir en esa exposición y valoración constante de uno mismo, en esa inseguridad de pan para hoy y mañana quién sabe, en la incertidumbre, en la falta de rutina... E intentar separa lo profesional (tu herramienta) de uno mismo (tu valor personal) en la medida de lo imposible. Hay que tener paciencia y mucha fuerza interior para no venirse abajo cuando pasan los meses y el teléfono no suena. Pero cuando suena es maravilloso. Se me ocurre que, como los adolescentes, tenemos una relación amor/odio con el teléfono.


¿Qué haces durante la sequía?

Suelo pasar por muchas fases. Básicamente primero descanso y viajo. Luego me entra la fiebre de la actividad y de hacer cursos de formación: estudio idiomas (mi madre!) y hago entrenamiento actoral. Me cuido, hago deporte, consumo toda la cultura que puedo, busco, estoy al día de lo que se produce, me apunto a todos los bombardeos y, sobre todo, intento trazarme una rutina diaria que estructure las vueltas que le doy a mi cabeza y a mi emoción 24h x 7.

 

¿Quiénes son tus modelos de actores y actrices?

Tengo muchos. Admiro a Isabel Hupert, a Nikole Kidman, a Sean Penn, a Ryan Gosling, Rachel Weiz, Javier Bardem, Verónica Echegui, Nathalie Poza... ¿Sigo? ¡Hay tantos!



¿Sabes pegar buenos gritos?Iigual te pueden coger en alguna peli de miedo, porque parece que en España para que una cinta tenga éxito tiene que tener zombis, asesinos en serie, vampiros, banqueros...

¡Claro! Qué quieres que te diga, soy rubia, hay cosas que son innatas.

 


¿Qué proyectos tienes?

¡Ahora mismo muchos en mi cabeza! De los otros, poco puedo contar, de momento.


¿Películas preferidas?

Uy, no, no ,no,  ¡me cuesta muchísimo elegir! Me gusta mucho el cine de Haneke, de Lars Von Trier, de Won Kar Wai, de Woody Alen, de Amenábar, de Malik... Y los clásicos. Tanto en cine como en literatura, soy una antigua. Estoy deseando ir a ver la adaptación de Madame Bovary.