El convenio de las goteras de la Diputación de Burgos y el Arzobispado tendrá su punta de lanza en Citores del Páramo, primer pueblo de la provincia que ha sacado a licitación las obras para mantener en pie su iglesia por 108.732 euros tras recibir la ayuda económica para ello. Conseguir empresas en la actualidad resulta una misión compleja y por ello desde esta pedanía de Sasamón no han perdido el tiempo.
El templo dedicado a San Millán, del siglo XVI, presenta como gran problema que no tiene tejas en la nave principal y en el resto de la cubierta se encuentran levantadas, lo que provoca que todo el agua se filtre y que haya múltiples goteras. De hecho, en muchos puntos han colocado calderos y en una ocasión llegó a afectar a la instalación eléctrica generando un cortocircuito. «Hemos intentado ser los primeros en sacar la licitación a ver si así se presentan más empresas, ya que se trata de una obra importante y la propia Diócesis le puso máxima calificación de riesgo», afirma el alcalde, David López.
Aún continúan los andamios en este templo tras las reformas que se llevaron a cabo el año pasado para realizar la estructura de madera, que se financió con fondos propios. «Lo íbamos a hacer todo de golpe, pero cuando levantaron el tejado vieron que la estructura anterior no valía para nada y había que levantarla, por lo que solo nos llegó el dinero para cambiar esa estructura», expone el regidor. Ahora la mejora consistirá en poner tejas en la nave central debido a que no cuenta con ellas, mientras que también se retejará el resto de la cubierta. «Donde había tejas también se estaban moviendo y cuando soplaba el viento se caían a la calle, por lo que también estaba el peligro de que cayeran sobre cualquier vecino que pasara por ahí», asegura.
Vista general de la iglesia de Citores del Páramo, donde siguen los andamios de las obras del año pasado. - Foto: Iván LópezLos efectos del agua ya se pueden comprobar sobre las paredes y el suelo del interior del inmueble, donde la humedad resulta perfectamente visible en diversos puntos. Así, los vecinos de esta junta vecinal consideran esencial actuar para que el inmueble siga en pie y se pueda seguir celebrando la misa. «Si se pierde la iglesia, desaparece todo el pueblo», dice Miguel Ángel. Otro de los aspectos importantes que se ejecutará es la consolidación de los muros de la torre, ya que en algunas zonas se están hundiendo y el que se ubica encima de la parte superior de la nave central se encuentra en muy mal estado. «Se han desplazado un poco las piedras y hay huecos donde cabe una mano», comenta el regidor.
Sin embargo, en el convenio de las goteras han recibido una subvención de 63.356 euros para un proyecto de 79.195. El alcalde asegura que presentaron una actuación por valor de 108.732 euros y por ello recurrirán. Han aceptado esa ayuda y, en caso de no conseguir más, deberán tirar de otras partidas porque creen que la mejora se debe ejecutar al completo. Así se solucionarán los grandes problemas de la iglesia, aunque luego quedarían otras cuestiones como renovar la instalación eléctrica -que tiene más de 50 años- o la restauración de los retablos. «Pero eso es secundario, ahora vamos a conseguir acabar con el riesgo de que se venga abajo», expone el alcalde.
Las empresas interesadas en realizar las obras pueden presentar sus ofertas hasta el 23 de abril en la plataforma electrónica de la Diputación. Únicamente se tendrá en cuenta como criterio de adjudicación el precio, valorando con más puntuación aquella que presente un importe más bajo, y el plazo de ejecución se sitúa en seis meses.
La convocatoria del convenio de las goteras llegará a tiempo en esta ocasión para mantener en pie 52 iglesias enmarcadas en el medio rural burgalés y, previsiblemente, todos los municipios empezarán a sacar en breve sus proyectos a licitación. Los templos que mayor subvención recibirán (92.000 euros) son los de Castrillo de Murcia, Sedano, Hermosilla, Bezana, Penches, Pino de Bureba, Bárcenas, Quintana del Pidio y Villambistia.