El grupo de gobierno del Ayuntamiento del Valle de Tobalina trabaja para que la embarcación que ofrecerá paseos fluviales por el embalse de Sobrón comience a dar servicio esta Semana Santa. Ese es el objetivo del alcalde, Jesús Ángel López de Mendoza, quien ya surcó las aguas del Cantábrico a finales de año en las pruebas de navegación realizadas con el catamarán electrosolar fabricado en Astilleros Bermeo. La intención municipal es que el coste de este atractivo turístico para quienes deseen disfrutar de las vistas de los Montes Obarenes desde las aguas del Ebro se sitúe en una horquilla de entre 5 y 10 euros.
La decisión no está cerrada, pero será definitiva cuando se inicie el procedimiento para modificar la ordenanza de instalaciones deportivas, en la que inicialmente se incluirá este nuevo precio público, como ya sucedió con el del servicio de alquiler de canoas y kayaks municipal, operativo desde el verano de 2022. La intención, si todo va bien, es que el barco esté operativo todos los días en Semana Santa, los fines de semana y festivos en primavera y de nuevo navegue a diario en los meses de julio y agosto, para volver al formato de fines de semana en otoño.
Se ofrecerá un paseo de unos 8 kilómetros a una velocidad máxima de 10 kilómetros por hora, con lo que durará sobre una hora. El barco, con 60 plazas y cerramiento solo en uno de sus laterales, cuenta con dos motores eléctricos que se alimentan por placas solares y, si éstas dan insuficiente energía, se puede conectar a la red.
El catamarán, que ha costado 396.880 euros, aportados por los fondos Next Generation del Plan de Sostenibilidad Turística de Garoña gestionado por la Diputación y por las arcas municipales con 60.000 euros, está guardado en las instalaciones del astillero, al carecer Tobalina de un lugar adecuado para su custodia. La idea inicial es que el traslado se lleve a cabo a principios de abril. Sobre el transporte, el regidor admite cierta preocupación por las obras de abastecimiento de la localidad de Sobrón, en territorio alavés, que están estrechando la calzada de la carretera y podrían ser un problema para el convoy especial que traerá el catamarán de 16 metros de eslora. Mientras, por la carretera BU-532, que nace en Trespaderne, la estrechez del puente de Palazuelos podría ser otro inconveniente, pero López de Mendoza confía en solventar estas dificultades.
Se ofrecerán paseos fluviales de 8 kilómetros y alrededor de una hora de duración
A finales de marzo, el alcalde anuncia que se convocará la plaza de patrón del barco, para la que el Consistorio cuenta ya con personas interesadas. Se realizará una oferta de empleo a través de la Oficina del Ecyl en Villarcayo y quien resulte seleccionado deberá de formarse en un curso de varios días en Barcelona. Una vez aprenda el manejo, realizará una prueba de navegación con los responsables del astillero que introducirán el catamarán en el agua con una grúa de alto tonelaje.
A lo largo de este año, el Ayuntamiento dedicará otros 150.000 euros a la construcción de una rampa para que la embarcación pueda ser extraída del embalse, al menos, una vez al año, para someterse a revisiones de mantenimiento o, si sufre una avería, para su reparación. La infraestructura, que se cofinanciará con ayuda de los planes provinciales de la Diputación, se ubicará a la izquierda del embarcadero.
Lo que también está ya concluido, tras invertir 7.000 euros, es la conexión a la red eléctrica para poder cargar las baterías de litio del barco, con capacidad para almacenar 75 kilovatios/hora. Asimismo, el Consistorio va a empezar a negociar la compra de terrenos para dotar de más plazas de aparcamiento al embarcadero inaugurado en 2021.