Descubrir el paisaje a pedales y sin esfuerzo

A.C. / Villarcayo
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El uso de las bicicletas eléctricas de alquiler en Villarcayo ha desbordado las previsiones con 291 usuarios que han hecho 29.373 kilómetros

Lydia Bustamante está entre los usuarios más activos del alquiler municipal de bicicletas eléctricas de Villarcayo. - Foto: A.C.

Lydia Bustamante ya está pensando en comprarse una de segunda mano. Sin experiencia previa en el deporte de las dos ruedas, asus 60 años se ha enganchado a una forma diferentes de conocer el entorno. Una de las usuarias más activas del servicio municipal de alquiler de bicicletas eléctricas afirma que para ella «ha sido un descubrimiento absoluto» con el que ha tenido la oportunidad de realizar trayectos de hasta 40 kilómetros en apenas dos horas y «disfrutar de paisajes ideales yendo por las carreteras de todas las pedanías sin mucho esfuerzo, pero haciendo deporte». En medio del trayecto nunca falta una parada y un café.

Es una de las 291 personas que han utilizado las 22 bicicletas eléctricas repartidas desde finales de abril entre el patio del antiguo colegio de Villarcayo y las pedanías de Cigüenza, Torme, Bisjueces y Villarías. La cifra global ha superado con creces las previsiones iniciales del proyecto, cofinanciado al 85% con fondos europeos del DUS 5000, porque no se esperaban más de 200 personas en verano y ya rozan las 300, mientras que un total de 415 se han descargado la aplicación para informarse. De media realizan trayectos de 14 o 15 kilómetros, pero las bicicletas pueden llegar a 100 con una sola carga, si se usan en el mayor nivel de esfuerzo.

Ahorro en CO2. Quienes han hecho uso del servicio, bien de una manera ocasional o mediante un contrato mensual; trimestral -el que más personas utilizan, 92-; o anual; han recorrido un total de 29.373 kilómetros. De haberlos realizado en un vehículo a motor hubieran supuesto el gasto de un mínimo de 1.468 litros de combustible y la emisión de 3.750 kilos de CO2 a la atmósfera frente a los 58 que ha generado la electricidad necesaria para la recarga de todas las bicis prestadas.

Los usuarios se reparten casi al 50% entre los vecinos y los veraneantes o turistas de paso, con lo que las bicicletas eléctricas cumplen su doble propósito, como destaca el alcalde, Adrián Serna, el de generar una movilidad sostenible en el municipio para personas de todas las franjas de edad y el de ser un atractivo turístico que permite a los visitantes conocer rutas como el Camino Natural del Santander Mediterráneo. El objetivo que ahora se marca Serna es el de que «el proyecto se siga dando a conocer y atrayendo a más adeptos». Asimismo, planea habilitar hasta seis puntos de recarga que permitan mayor movilidad en el casco urbano. 

Durante los cinco meses del servicio se han alcanzado 1.773 préstamos y 2.333 horas de uso, una cantidad que creció mucho en agosto, con más de 500 préstamos. Tanto es así que Bustamante lamenta que ese mes casi fuera «misión imposible» lograr una bici. Por ello critica el hecho de que se puedan tener hasta 12 horas, «demasiado tiempo», a su juicio.

Del total de préstamos desde abril hasta ahora, 1.046 se han realizado en Villarcayo; 234, en Torme; 226, en Cigüenza; 223, en Bisjueces; y 44, en Villarías, por lo que ya se está pensando en una nueva ubicación para este último punto que se trasladará a Horna, bien al polígono o a la vía verde. Este jueves por la tarde, en apenas veinte minutos, DB pudo ver a dos usuarios. Una vecina cogía la bici para su padre de 77 años, poco hábil con la aplicación de móvil necesaria para esta gestión. Y es que para pedalear no hay edad.