La provincia de Burgos pasó, prácticamente de la noche a la mañana -en menos de un año-, de estar presente en el mapa de la distribución de hidrógeno que proyectó Enagás a desaparecer por completo. En abril del año pasado se presentó el European Hydrogen Backbone (EHB), una iniciativa formada por 32 operadores gasísticos del Viejo Continente para promover una visión conjunta del mercado del hidrógeno.
Cada compañía presentó una propuesta para su país en la que esbozaba la distribución en el futuro este tipo de energía renovable, que tiene como objetivo sustituir al gas natural. Pues bien, en el caso de Enagás, el operador del sistema gasístico español contemplaba el paso de hidroductos por Burgos: en concreto, destacaba una conexión que entraría desde la provincia de Valladolid por la comarca de la Ribera del Duero, subiría por la A-1 desde Aranda hasta la capital y continuaría al pie de la antigua AP-1 hasta Miranda, donde conectaría con el conducto que va del Cantábrico al Mediterráneo.
Este año, durante la celebración Día del Hidrógeno (19 de enero), el consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo, dio a conocer la futura Red Troncal Española de H2 a través de gasoductos. Aunque habían transcurrido unos meses, la planificación de la compañía dejo de contemplar el entronque desde la provincia vallisoletana. Este hecho, lejos de pasar de largo por la industria burgalesa, enfureció a los empresarios, que solicitaron una reunión formal con representantes de Enagás. El encuentro, que se celebró hace unas semanas, se saldó con buenas sensaciones por parte de la delegación burgalesa.
«Nos han recibido muy bien. Somos positivos, tiene buena pinta», reconocía Andrés Hernando, CEO de Hiperbaric y miembro de la Asociación Castellano y Leonesa del Hidrógeno (H2CYL), entidad que capitaneó la cita. «Estamos a tiempo y tenemos argumentos suficientes como para que esa red se haga», indicó. Se espera que el operador gasista español devuelva la visita a la capital en los próximos días para tratar de cerrar la posible inclusión de la provincia en la red troncal. Proyectos como los que enarbolan la ingeniería vasca Sener o Ibereólica Renovables son una muestra irrefutable del potencial burgalés en relación al hidrógeno.