Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


De derrota en derrota

22/03/2025

Es ya una costumbre que el Gobierno, o la parte socialista del Gobierno, tenga días aciagos en el Congreso, con la demostración palpable de su debilidad parlamentaria producto de las discrepancias de sus socios por cuestiones de fondo, o por un quítame allá esas pajas. El jueves acumuló victorias pírricas en votaciones de carácter simbólico a cuenta de la pulsión militarista que recorre Europa, y otras de carácter sustancial porque unos partidos que habían acordado un sentido del voto en comisión lo cambiaron a última hora. Tampoco le fue bien del todo a Pedro Sánchez en la reunión del Consejo Europeo de Bruselas donde se trató de Ucrania y del rearme europeo, donde al término de la reunión verbalizó que se va haciendo a la idea de que tampoco podrá aprobar los presupuestos generales del Estado para 2025 y que habrá una nueva prórroga de las cuentas públicas existentes.   

En todas las cuestiones relacionadas con la defensa, el incremento del gasto o la pertenencia de España a la OTAN, -un debate que se ha reanimado después de años moribundo-, la distancia entre la parte socialista del Gobierno, otra de parte de Sumar y el resto de partidos de izquierdas, de Podemos a EH Bildu, es sideral y los compromisos implícitos del Ejecutivo de aumentar el gasto en defensa supone un impedimento más para alcanzar un acuerdo sobre los Presupuestos. A pesar de votar juntas las bancadas del PSOE y del PP, a los populares les satisfacía ver la fractura del Gobierno y que fueran ellos los que le salvaban de una nueva derrota simbólica. Las peticiones expuestas por el portavoz del BNG parecían extemporáneas y fuera de la realidad después de lo que ha ocurrido tras la invasión de Ucrania por Rusia y la llegada de Donald Trump. Los socios, sin embargo, volvieron a cerrar filas cuando el PP intentó apretar a todos.       

Más grave sin duda fue la derrota de la ley por la que se iba a crear la Agencia Estatal de Salud Pública, un instrumento que llega catorce años tarde, que hubiera sido útil si hubiera estado en funcionamiento durante la pandemia para evitar muchos de los debates interesados que se produjeron, y que está prevista para que sea un parachoques en el caso, nada improbable, de que surja una nueva pandemia. Qué por una cuestión de procedimiento, la petición del PP para alterar el orden del día del Pleno, a lo que la Mesa de la Cámara no accedió, se haya abortado la creación de la AESAP demuestra hasta qué punto hasta en las cuestiones trascendentes pesan más los intereses partidistas y las pataletas que pensar en el bien común. El esperpento es superior cuando tanto el PP, como Junts, que ha vuelto a mostrar su rechazo a cualquier cosa que suene a España, habían comprometido su voto a favor en la Comisión de Sanidad que dio luz verde a la ley.  Manifestaciones como las de la portavoz Cayetana Álvarez de Toledo en el sentido de que el Gobierno se había quedado sin un nuevo "chiringuito" subrayan como los 'holligans' del PP niegan al Ejecutivo lo que beneficia a la ciudadanía. La AESAP volverá ahora a la casilla de salida parlamentaría.  

De derrota en derrota, Pedro Sánchez, como un Churchill redivivo, espera llegar hasta la victoria final que no es otra que acabar la legislatura, aunque para ello no cuente con PGE a lo largo de lo que resta y cumpla su vaticinio de gobernar sin el concurso del Parlamento. Una anomalía que contribuyen a normalizar el resto de fuerzas políticas.