La marcha lenta del más de un centenar de vehículos que respondieron a la última convocatoria de la Plataforma Ciudadana por el Tren Directo provocaron durante más de hora y media largas retenciones de vehículos en la A-1 en sentido Madrid, llegando a acumularse una caravana de más de 10 kilómetros que no avanzaba a más de 40 por hora. La intención de esta acción reivindicativa era demostrar, de forma muy gráfica, la necesidad de contar con un ferrocarril que conecte el centro de España con el norte, sirviendo para desatascar la autovía del norte.

El punto de llegada fue la plaza de la localidad madrileña de Robregordo, en cuyo túnel lleva más de una década atascada una bateadora, provocando que la línea no tenga tráfico hacia el sur desde marzo de 2011. En la reinvindicación se sumaron habitantes de la comarcas segoviana y madrileña por las que transitaba el Directo, sumando fuerzas para que esta petición tenga una respuesta positiva y pronta por parte del Ministerio de Transportes. "No pedimos un AVE, pedimos un tren, nos están tratando como a ciudadanos de quinta", lamentó el alcalde de Aranda, Antonio Linaje. "La población rural está condicionada, sin tren, esta es la única forma que tenemos de ir a Madrid", volvió a reclamar Jorge Núñez, presidente de la Plataforma Ciudadana por el Ferrocarril Madrid-Aranda-Burgos.