Agentes pertenecientes a la Jefatura Superior de Policía de La Rioja han detenido a cuatro personas como presuntos autores de los delitos de pertenencia a grupo criminal, robo o hurto de uso de vehículo, robo con violencia y delito de detención ilegal. Todo ocurrió a mediados del mes de febrero, cuando los ahora arrestados sorprendieron a la empleada de un área de servicio de la AP-68 y la maniataron para hacerse con la recaudación de las máquinas recreativas. Uno de los vehículos en los que se desplazaron había sido sustraído días antes en Vitoria y luego fue incendiado por ellos mismos para eliminar posibles pruebas.
Los hechos tuvieron lugar a mediados del mes de febrero sobre las 5 de la mañana, cuando dos hombres, que para impedir ser identificados llevaban un pasamontañas y una careta de payaso, entraron en un área de servicio de la autopista AP-68, maniataron a la empleada con cinta de embalaje en el exterior y forzaron dos máquinas recreativas, apoderándose del dinero que contenían las mismas. Dejaron a la empleada en la terraza mientras ellos accedieron al interior y una vez que los individuos abandonaron el establecimiento, esta logró escapar y pedir auxilio en una gasolinera cercana, desde donde se dio aviso a la Policía Nacional.
A las inmediaciones del establecimiento accedió un solo vehículo con dos varones en su interior. Este turismo figuraba como sustraído en Vitoria a principios de febrero, tal y como se ha podido comprobar por diversas investigaciones y, además, presentaba evidentes signos de sustracción, como la manipulación del arranque sin llave.
Mientras que otro coche (con un varón y una mujer), el conocido como 'vehículo lanzadera' por sus funciones de vigilancia, fue alquilado a nombre de una de las detenidas, la cual se desplazó desde Bilbao a Miranda de Ebro para recoger allí a los demás miembros para la comisión del delito.
En cada vehículo se encontraban dos personas, en el primero -lanzadera- un hombre y una mujer que no accedieron al establecimiento, pues sus funciones eran las de vigilar y dar aviso en caso de controles policiales a los otros dos miembros del grupo y en el segundo -el que accede al lugar de la comisión de los hechos-, con dos varones encapuchados.
El modus operandi fue el mismo que en otros ilícitos cometidos en esta localidad: accedían al interior de un establecimiento de hostelería cuando estaba cerrado al público forzando las vías de acceso o las cristaleras y, una vez en el interior, con el uso de 'mazas', se apoderaban de la recaudación de las máquinas recreativas.
En cuanto a la función de los dos vehículos, el primero de ellos -alquilado-, ocupado por un varón y una mujer, sería el utilizado como 'lanzadera', el que daría aviso en caso de controles o presencia policial en el camino (desde Miranda hasta el área de servicio).
Los ocupantes del segundo vehículo -el sustraído en País Vasco- serían los que se dirigirían al área de servicio y entrarían para recabar la recaudación de las máquinas recreativas. Estos circularían detrás del vehículo 'lanzadera' para evitar ser interceptado ante posibles controles policiales. Una vez cometido el delito, se deshicieron del citado vehículo en una localidad cercana a Miranda de Ebro, procediendo a su incendio para evitar la obtención de indicios lofoscópicos y/o biológicos.
Una vez analizados los hechos y tras las investigaciones policiales llevadas a cabo por la Jefatura Superior de Policía de La Rioja, se desprende que estas cuatro personas formarían un 'grupo criminal', habiendo entre ellos un claro reparto de funciones en la comisión de ilícitos penales graves y existiendo una cierta especialización en la comisión de estos, adquirida por la reiteración delictiva en el tiempo y estabilidad de sus miembros en estas acciones, teniendo como único fin el lucro económico.
Uno de los autores, según se ha podido constatar tras varias investigaciones, fue detenido en Miranda de Ebro días después a la comisión de este delito en el área de servicio, puesto que tenía una orden vigente de detención e ingreso en prisión. Por los que se encuentra entre rejas actualmente. En reiteradas ocasiones no ha sido identificado plenamente, porque viene siendo habitual que use el documento de identidad de su hermano, para evitar ser detenido en caso de tener alguna orden vigente.
Hay cuatro detenidos, tres varones de 39, 40 y 31 años -el primero de ellos de nacionalidad búlgara- y una mujer de 39. Todos cuentas con detenciones previas por delitos de diversa índole.