Burgos multará para forzar las inspecciones de edificios

J.M. / Burgos
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El equipo de Gobierno quiere acabar con años de impunidad en el incumplimiento de la presentación de las ITE. Anuncia la apertura de expedientes disciplinarios

En algo más de una década han tenido que someterse al examen de la ITE unos 5.500 inmuebles. - Foto: Alberto Rodrigo

Hubo un tiempo en el que los propietarios de los inmuebles más antiguos de la capital fueron ejemplares en el cumplimiento de la entonces llamada Inspección Técnica de Construcciones (ITC). Curiosamente cuando los edificios que tenían que pasar ese temido examen eran los más vetustos, centenarios, los que sufrían unas patologías más severas y los que podrían precisar de unas reparaciones más costosas. Los dueños de aquellos edificios no eran más responsables que los actuales pese a que las cifras de los últimos años muestran que ahora existe un elevadísimo grado de incumplimiento en la obligación de someterse a ese chequeo. ¿Qué explicación hay detrás de esta involución? Una relajación de quien tiene que exigir y, como efecto rebote, de quien tiene que presentar la ahora denominada ITE.

Es evidente que el Ayuntamiento no ha perseguido en los últimos años el incumplimiento en la presentación de las ITE como lo hacía hace algo más de una década. Al menos no ha estado tan encima en el recordatorio de la obligación. Pero aquí hay un importante matiz que debe quedar claro. Los empleados municipales no son ahora menos comprometidos y eficientes que en 2012 o 2013, cuando arrancaba este imperativo legal. Ya entonces se notaba una carencia de medios humanos en el servicio, pero nada comparable a la que se ha vivido durante los últimos ejercicios. Eso se ha notado en un descenso en el número de requerimientos y en expedientes disciplinarios testimoniales o que se quedaban en una mera advertencia sin consecuencias reales.

El concejal de Licencias, Ignacio Peña, defiende que lo que va a hacer el Ayuntamiento a partir de ahora es recuperar el régimen disciplinario, muy abandonado durante los últimos años, para «vigilar que se cumple» la normativa relacionada con las Inspecciones Técnica de Edificios (ITE).

Asegura que detrás de este ánimo por mejorar el grado de cumplimiento de estas inspecciones «no persigue un afán recaudatorio». Y recuerda aquí que no solo el Ayuntamiento tiene que vigilar que se cumpla Ley. «Los administradores de fincas tienen también una gran responsabilidad con sus comunidades de vecinos».

Lo cierto es que la pasividad del Ayuntamiento ha provocado una relajación en el resto de eslabones y toca ponerse serios para recuperar la credibilidad. Sin castigo, y este ámbito no es tampoco una excepción, lo que hay es una cierta dejadez.

Es evidente el problema por la presentación en plazo de las ITE. Una realidad que se evidencia, por ejemplo, en que en los años 2012 y 2013 se entregaba la documentación en tiempo y forma del 99% y del 97% de los inmuebles obligados a pasar la ITE y en los ejercicios 2022 y 2023 el porcentaje se ha quedado, respectivamente, en el 29% y en el 38%.

La cosa no se queda ahí. También hay quien cumple con la primera parte de la obligación, al presentar la ITC, pero no con la segunda, ya que se olvida de corregir las deficiencias que salen a relucir con estos exámenes.

En los últimos dos meses se han firmado en la Concejalía de Licencias alrededor de una veintena de resoluciones sobre edificios que han presentado la ITE a lo largo de los últimos años (la inmensa mayoría fuera de plazo), en las que el Ayuntamiento requiere que se subsanen las deficiencias. En la mayoría de los casos concede un plazo de tres meses para solicitar la licencia de obra y se advierte con la apertura de un expediente disciplinario que podría conllevar una sanción de 3.001 a 15.000 euros.

Prueba de la insuficiencia de medios que hay en el Servicio de Licencias es que alguna de estas ITE se tenía que haber presentado en 2019, no se entregó hasta 2021 y es ahora cuando se declara como desfavorable, requiriendo la solicitud de la licencia para la ejecución de las obras.

Se aprecian también múltiples casos en los que la ITE se presenta con unos cuantos meses de retraso respecto a los plazos marcados...

Lo que se mantiene es un mismo denominador común tanto para la presentación de las ITE fuera de plazo como para la corrección de las deficiencias detectadas: el incumplimiento no ha tenido castigo.
El equipo de Gobierno quiere darle la vuelta a la situación y la tarea no parece sencilla, ya que se trata de romper con una dinámica cada vez más asentada.

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