La esquina de la calle Cardenal Segura con la Plaza Mayor mejorará su imagen en los próximos meses después de que los propietarios del inmueble situado en el número 2 hayan obtenido la licencia para la rehabilitación parcial del edificio con estabilización de fachadas, demolición de la cubierta para su reconstrucción y actuación en las plantas segunda, tercera y bajo cubierta.
El proyecto básico y de ejecución modificado ha recibido luz verde de las diferentes secciones municipales, así como también de la Comisión Territorial del Patrimonio al mantenerse la fachada y no recrecer las alturas que eran las condiciones que se puso al estar enclavado en el Plan Especial del Casco Histórico (PECH).
La licencia establece que las obras deberán iniciarse en el plazo de seis meses o se caducará y terminarse en el mismo plazo. Se ha establecido una fianza de 4.000 euros. Este inmueble acumula un historial complicado en los últimos años. En 2013, ya fracasó su intento de obtener una inspección técnica de edificaciones (ITE) favorable a la vista de los problemas que tenía en la cubierta y que se han ido agravando con el paso del tiempo hasta que se acabó hundiendo en 2022. De hecho se obligó a colocar una protección en la fachada para evitar la caída de cascotes.
El Ayuntamiento instó en reiteradas ocasiones a sus propietarios para que repararan el inmueble que ofrece una imagen indecente en el corazón de la ciudad. La inacción obligó al área de Licencias a girar multas coercitivas en febrero de 2020, que se pararon con la pandemia y que dos años después se retomaron, lo que forzó a los dueños a presentar un proyecto.
Lo cierto es este ha tenido que ser retocado para introducir algunas sugerencias de los técnicos y ahora se le ha dado el visto bueno. El Ayuntamiento confía en que lo antes posible se inicien las obras de reforma y se recupere este borrón urbanístico, así como también se presente el proyecto para actuar en el número 4, convertido en un auténtico palomar, así como también en el 21 de la misma calle.