Marc Ros es el cantante de uno de los grupos más simbólicos del rock español del siglo XXI, Sidonie. Este matrimonio de tres lleva vivo desde 1997, y siguen arrasando en los escenarios allá por donde pasan.
Y una vez más, Sonorama Ribera y Sidonie se volverán a encontrar. La conexión con la organización y el público es notoriamente positiva y se palpa en sus actuaciones y sensaciones previas.
En octubre salió a la luz El Regreso de Abba. ¿Qué recibimiento ha tenido?
Es extraño. Viene acompañado de una novela y es algo novedoso hasta para nosotros. Enrique, el autor, lo define como una combinación de literatura y música «expansiva».
Hemos tenido una acogida sensacional. Parte de que estemos siendo uno de los grupos que más conciertos está dando es gracias al buen recibimiento de la novela . No te puedes quedar en casa sin contar nuestra historia en los escenarios y en directo.
Algún que otro comentario calificando al grupo comercial ha estado presente. ¿Qué opina de ello?
El hecho de que alguien pueda pensar que Sidonie es comercial me ha dejado de afectar con los años. Es obvio que los músicos no vivimos del aire. Estamos para dar conciertos y vender nuestros discos, y quien diga lo contrario nos está engañando.
Nuestro objetivo desde nuestro primer disco fue llegar a cuanta más gente mejor y nos permita vivir de ello. El problema es que se ha romantizado el hecho de vivir del aire.
Son es un ejemplo de colaboración con otros grupos indies. ¿Qué os aporta trabajar con otros artistas?
Con Fascinados, pienso que creamos la madre de las colaboraciones. Resultó muy gratificante reunir a tantísimos artistas y de ese nivel profesional y humano.
Me entusiasma ver a compañeros de profesión trabajar. Sabes que esa gente pasa por el mismo cielo y tierra que tú y aprendes un montón. Me gusta ver a grupos emergentes como Ginebras dentro este tipo de festivales.
Sidonie es un habitual en Sonorama Ribera. ¿Qué tiene de especial para ustedes?
Me excita que un festival pase por la orilla del Duero. Además, te empapas del sabor de los vinos de la tierra y es algo que me fascina mucho. Cuando los pruebo me supone una experiencia que te marca y si le sumas juntarte con los otros artistas de allí... es una sensación inmejorable.
Además, el ambiente es mágico. La experiencia de ver a la gente vivir esta fiesta de la música es brutal. Aranda es una ciudad con esencia propia y es algo que percibimos en nuestros conciertos en sitios como la Plaza del Trigo.
La Plaza del Trigo es el lugar especial del festival. ¿Qué recuerdos tiene de sus actuaciones allí?
El homenaje a Supersubmarina fue mi momento más emotivo. Fue un momento intenso y que nos hizo sentir una conexión con el público. La recuerdo como si fuera ayer y es uno de esos momentos inolvidables para un artista.
Si de algo me acuerdo es de los momentos previos a actuar, cuando pasas por las bodegas. Acabas yendo con un poco de resaca y notas la sensación de tocar hacia atrás y es una sensación gustosa. La adrenalina y el contacto del público hace que se te pasen todos los males. Es inexplicable esa nebulosa que se crea en el trayecto entre la bodega y el escenario. Personalmente, es de las experiencias más fuertes que he vivido.
El Sonorama es magia, es el mejor festival en el que hemos tocado nunca. Y es algo que hemos dicho por activa y pasiva siempre que hemos hablado de él o hemos actuado en Aranda.
Ya se acerca el momento de actuar. ¿Con qué expectativas regresa a Aranda?
El Sonorama me lo tomo como una gran fiesta. El otro día un amigo me escribía preocupado porque este año no sería como las anteriores ediciones y yo le dije que el espíritu de los grupos va a ser igual o mayor que el de otros años. Todos se van a dejar la piel y va a contrarrestar a las medidas, pero sin dejar de cumplirlas.
Sabemos de sobra que no es el mejor escenario, pero tengo muy claro que lo vamos a compensar. Los artistas vamos a darlo todo y el público arandino es un colectivo que nunca falla. Cuanto más difícil son las cosas, más nos crecemos. Personalmente, creo que precisamente en estos últimos meses, Sidonie tiene tantas ganas, que estamos haciendo los mejores conciertos de nuestra carrera musical.
El esfuerzo de los impulsores de los festivales está siendo enorme ¿Cómo está viviendo desde dentro su trabajo?
Es importante decir que no sólo los promotores están esforzándose como nunca. Yo me acuerdo mucho de los equipos de producción, técnicos... Creo que junto a todos los músicos que estamos en carretera, somos héroes. Todos los somos, incluido el público que está apoyando incondicionalmente.
Somos conscientes de que debemos mantener la cultura viva y hacerla prevalecer en el tiempo. No hay nada mejor para recuperar la normalidad que un concierto. Da vida a la industria y a la socialización de todos.