La Audiencia Provincial de Burgos ha absuelto a un hombre, vecino de Aranda, contra el que pesaba un delito de agresión sexual contra su sobrina, menor de edad, por el que la Fiscalía pidió 15 años de prisión. Según la sentencia, los magistrados consideran que no hay pruebas de cargo suficientes y que los testimonios aportados en el juicio generaron más dudas que certezas. Se basan, por un lado, en que el acusado negó los hechos, incluso haber estado en casa de la denunciante ese día, mientras que la menor se retractó de su declaración inicial cuando tuvo que comparecer en el juicio oral. "Ante la ausencia de una prueba fiable, desconociendo si la víctima faltó conscientemente a la verdad desde el primer momento, o si bien los hechos realmente acontecieron y debido a posibles presiones familiares se retractó de los mismos", la postura del tribunal apuesta por respetar la presunción de inocencia porque los testimonios no fueron bastantes para destruirla.

De hecho, en la argumentación del fallo, los magistrados destacan también que el testimonio de la madre de la menor fue "impreciso, lleno de lagunas y vaguedades, sin recordar lo sucedido" y que los hermanos de la supuesta víctima, que actuaron como testigos al ser los que estaban en casa con la niña, también se retractaron de su primera versión, alegando que no recordando uno si le había abierto la puerta a su tío y la otra que "no podía asegurar si lo que había declarado se correspondía con la realidad o lo había soñado, alegando que padecía una patología que la confundía, la cual no resultó acreditada".

Ante esta circunstancia, además de la absolución del acusado, la Audiencia Provincial pide que se remitan al juzgado competente las declaraciones de los hermanos para que se analice si han podido incurrir en un delito de falso testimonio.