Unai Elgezabal, Aitor Córdoba, Miki Muñoz 'Mumo' y Raúl Navarro son los jugadores de la actual plantilla del Burgos CF que más tiempo llevan en el club de la ribera del Arlanzón. Son los capitanes, cuatro piezas importantes para el colectivo tanto en el vestuario como en el césped. Llegaron en Segunda B, cuando alcanzar el fútbol profesional era un anhelo, vivieron en primera persona el ascenso de Almendralejo y en su tercera temporada en el fútbol profesional se encuentran en zona de play off y a dos puntos del ascenso directo a la Primera División, algo con lo que no contaban en el inicio de la campaña.

Celebran los pasos adelante que ha dado el club y su carrera profesional en las últimas temporadas y muestran su satisfacción porque ese crecimiento haya sido conjunto. Hablan de «ambición» y no renuncian a «soñar», aunque su discurso se mantiene prudente. Insisten una y otra vez en la importancia de «mantener los pies en el suelo», mientras que recuerdan lo larga que es la Segunda División.

Hablar de los 50 puntos ha quedado se ha quedado anticuado cuando el equipo suma 48 a falta de 12 jornadas para el final. La salvación parece asegurada, por lo que las circunstancias permiten pensar en cotas más altas, aunque los futbolistas blanquinegros no se salen del guion establecido. Se aferran al partido a partido y no hacen cuentas. «No vamos a decir no a soñar, pero somos conscientes de cómo hemos llegado hasta aquí y vamos a tratar de seguir haciendo lo mismo, seguir trabajando igual para intentar conseguir la mayoría de puntos posible», comenta Aitor Córdoba, el jugador de campo que más minutos acumula.

Su compañero de zaga Unai Elgezabal asegura que en el vestuario tienen «toda la ilusión del mundo y la máxima ambición». Entiende que uno de los secretos es ese «trabajo en silencio» que vienen haciendo desde que comenzó la temporada. «No tenemos nada que perder, mientras que los equipos grandes tienen la presión y la necesidad de estar arriba», explica el vizcaíno.

Mumo insiste en el mismo argumento: «Todos estamos con ilusión, pero con los pies en el suelo, ya que está siendo una Liga muy igualada y todos estamos muy cerca». Raúl Navarro celebra la situación en la que se encuentra el equipo y cree que eso ayudará a «disfrutar de lo que queda de Liga y, si se puede, soñar en las últimas jornadas».

La victoria ante el Eibar ha elevado de forma considerable las expectativas del entorno blanquinegro. El rendimiento del equipo en casa era incuestionable, pero los partidos a domicilio generaban dudas. El cómo logró los tres puntos el Burgos en Ipurua ha supuesto un golpe encima de la mesa. «Nos ha costado hacer frente a los partidos fuera de casa a lo largo de toda la temporada. Ganar a un equipazo como el Eibar, en su campo y dar la imagen que dimos es un punto de inflexión para ver que somos capaces de competir ante todos los rivales, aunque estando en nuestra mejor versión», explica Unai Elgezabal.

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