El futuro del periclitado colegio Peña Amaya sigue, 20 años después, en el aire, a la espera de encontrar un nuevo propietario después de que la ciudad perdiera en el juzgado la última oportunidad de recuperar la titularidad del inmueble. Después de queun Juzgado de lo Mercantil de Madrid ordenara la inscripción de la finca a nombre de su viejo propietario, Inizia Gestión Inmobiliaria, el administrador concursal de esta empresa quebrada del grupo Anta busca obtener recursos para pagar las deudas de la sociedad.
Así las cosas, y a pesar de que los servicios jurídicos municipales analizaron algún resquicio para mantener el pulso, el Ayuntamiento confirma a este periódico su intención de desistir en su intento por recuperar el solar.
La situación actual es consecuencia de una permuta realizada en el año 2005 en la que se intercambió el edificio por un solar frente a la estación de trenes. La operación, valorada en casi 5 millones, fue ilegal a la vista de la Justicia y fue imposible recuperar el suelo porque había sido vendido a un tercero por el doble de ese dinero.
Inizia, ya integrada en Anta Natura, cobró de Urbelar 10,4 millones, IVA incluido, por un suelo para viviendas que el Ayuntamiento tasó en 4,6 dos años antes (ver gráfico). Mientras el caso se enfangaba, la empresa propietaria quebró y todos los intentos realizados en los tribunales fueron baldíos.
El Ayuntamiento se presenta ahora como un acreedor más y el administrador concursal de Inizia se abre a recibir ofertas. Esto incluye la posibilidad de vendérselo de nuevo a la ciudad en una operación que debería ajustarse a precio «por más que sea acreedor». Una alternativa que el hoy concejal de Urbanismo, Manuel Manso, ya calificó de «locura».
La intención del despacho es vender la antigua residencia universitaria al mejor postor, algo que ya intentó en 2020 pese a que entonces la propiedad seguía en discusión en los juzgados. En aquel momento buscó la forma de deshacerse del edificio para aliviar la deuda del concurso y, llegados a este punto, aspira a aprovechar la nueva oportunidad.
Una vez que el auto exige la inscripción de la finca a nombre de Inizia el proceso de venta debería agilizarse, si bien fuentes de la administración concursal aseguran que este paso aún no se ha completado. «Hemos solicitado al juez de lo Mercantil los mandamientos para que registralmente aparezca a nombre de Inizia en consonancia con todas las sentencias judiciales y vamos a tratar de hacer venta directa del inmueble», explican.
Según las mismas fuentes, ya consta el interés de empresas interesadas en adquirir esta propiedad para dar al bloque una nueva vida, aunque sus usos deberán ser compatibles con los que tiene reconocidos en el planeamiento urbanístico. Otro aspecto que el despacho encargado de gestionar los bienes de Inizia considera clave es la rápida concesión de la licencia para que el Peña Amaya inicie lo antes posible esta etapa.
El objetivo de los administradores es obtener el mayor rédito de la venta, y para ello se mantienen como referencia un cálculo municipal de octubre de 2012 que establecía su valor en 3.351.000 euros. Si bien los abogados consideran necesario establecer una nueva tasación, dan por buena esta referencia a la espera de las ofertas que puedan llegar en los próximos meses. «Las cosas tienen el precio que la gente quiera pagar por ellas», recuerdan, para subrayar que el escenario actual no se parece al de hace 20 años. «Lo óptimo sería que se hiciera una nueva tasación, pero estamos en un concurso y eso limita los recursos que podemos emplear», asumen.
Las dimensiones del inmueble, la superficie que ocupa y las posibilidades de negocio que ofrece el solar son factores que marcarán la futura venta. Solo en última instancia optarían por deshacerse delPeña Amaya mediante una subasta, ya que se considera que el montante final de la operación será menor. «A falta de tasación, valoraremos las ofertas y, si llega una que, comparativamente, sea superior al resto, pediremos al juez la autorización judicial para venderlo».
De momento, el primer paso para «allanar el camino» es que se produzca el cambio de titular en el Registro. Ese proceso condicionará los planes del administrador, y por eso en el despacho recuerdan que no hay plazos definidos para la venta. «Por más que queramos correr no está en nuestras manos», zanjan tras destacar las posibilidades del inmueble una vez se resuelva la situación registral actual.