Los cocineros mirandeses están en racha. Los nombres incluidos en la guía Michelin acaparan los focos, pero también hay jóvenes que tratan de abrirse paso y pelan por hacerse un nombre. Uno de ellos es Juan García, quien acaba de entrar en la final del certamen nacional Talentos Martiko. El protagonista admite que este concurso «siempre lo he seguido mucho, porque se busca talento joven, solo cogen a cinco de toda España y siempre hay mucho nivel». De hecho, aclara que entre los finalistas hay alguno que trabaja en restaurantes con estrella «como el Akelarre que tiene tres», y además, el año pasado venció un pupilo de Kike Dacosta, otros de los grandes nombres de la gastronomía.
García indica que esos espacios ofrecen una gran ayuda, porque los aspirantes «tienen gente muy importante que pueda echarles una mano», aclara. En su caso, el mirandés trabaja en el Dólar de Vitoria, donde «soy el que tengo un mayor rango». Eso, admite que «me echaba para atrás», porque «me parecía que podía ser un concurso muy técnico», ya que «también hay que tener en cuenta que nosotros todos los días hacemos nuestra actividad diaria, con los menús, los fuera de carta y algunos concursos más», matiza. Pese a ese muro, el cocinero decidió dar el salto y al final sobrepasó el obstáculo.
Lo consiguió gracias a dos recetas «que tuvimos que mandar muy bien detalladas, con todos los procesos, mezclas y con fotografías», recuerda García, quien reconoce que «este año tenía un par de ideas y me dije que tenía que intentarlo». Su apuesta ha tenido al menos el premio de entrar en la final, que se celebrará el 14 de octubre en el centro de formación Basque Culinary Center de San Sebastián.
«Tengo menos de un mes para prepararlo y será duro», vaticina con ciertos nervios García, que admite que colarse entre los seleccionados resultó una sorpresa, porque «no me lo esperaba para nada», afirma. Aun así, una vez que está entre los cinco seleccionados, el mirandés confiesa que su obsesión pasa por realizar una buena final, sin que la presión pueda jugarle una mala pasada. «Mi objetivo es que me salga bien», desea García, quien remarca la dificultad de ganar, por lo que al menos espera «quedarme con una buena sensación», más allá de llevarse uno de los tres premios.
En la final elaborará las recetas, aunque contará con la ayuda de su segundo, Iván Fernández. Juntos confeccionarán el menú en hora y media. Según las bases, debía estar compuesto por un aperitivo con pescado ahumado y un plato principal cuyo ingrediente estrella debe ser el foie gras o el magret de pato. En su caso, «haré un canelón de trucha y lo acompañamos con una sopa de escabeche y una teja de tinta de calamar, mientras que el principal es pato con espiral de naranja y buñuelo relleno de paté de pato».