Aunque fuera de plazo, el parking del Museo de la Evolución Humana se adaptará a la ley y cumplirá con las directrices marcadas en el Real Decreto (29/2021) con la instalación de 30 nuevos puntos de recarga para vehículos eléctricos. Las plazas adaptadas a esta tecnología están ubicadas en la primera planta y entrarán en servicio el próximo mes de noviembre, una vez finalicen las últimas pruebas de carga.
No se trata de un asunto menor. De un lado, esta actuación resolverá de una vez por todas una de las carencias del complejo después de que a lo largo de los últimos mandatos se buscaran soluciones y alternativas para ofrecer un mejor servicio y adaptarse a una tecnología llamada a llevar la voz cantante en Europa a partir del año 2035.
Cabe recordar que en 2011 se habilitaron los primeros puestos reservados para vehículos eléctricos con la colaboración del Instituto Tecnológico de Castilla y León (ITCL), una prueba piloto que con el paso de los años deja paso a nuevas iniciativas.
De otro lado, el Ayuntamiento se adaptará con 11 meses de retraso a una reforma que pertenece al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). La norma exige una infraestructura mínima en las edificaciones para la recarga de vehículos electrificados y en el caso del aparcamiento del MEH, que puede albergar 1.153 vehículos de forma simultánea, le corresponde habilitar una treintena de espacios para cumplir con los ratios establecidos desde el Gobierno central.
La norma también afecta a edificaciones propiedad de la Administración General del Estado -quedando excluidos los inmuebles protegidos por su valor arquitectónico o histórico-, además de hoteles, centros educativos, centros comerciales o edificios de uso residencial privado.
Más allá del mero cumplimiento de la obligación, el Ayuntamiento de Burgos valora de forma positiva la actuación realizada para brindar un servicio que puede resultar interesante tanto a los abonados con vehículo eléctrico -cuya presencia aún es testimonial dentro del complejo- como a turistas y usuarios puntuales que pueden aprovechar estos puntos de recarga mientras permanecen en la capital.
«La sociedad evoluciona y las necesidades de cada época son distintas», asume César Barriada, presidente de Promueve. La entidad gestora del parking del Museo de la Evolución asume que «debe dar respuesta a la implantación del vehículo eléctrico» y esta actuación servirá para «cubrir una necesidad que tiene la sociedad» y también para «cumplir con la ley» después de casi un año de retraso en la adaptación del complejo.
La normativa nacional tiene como objetivo «fomentar la movilidad eléctrica y el despliegue de energías renovables», una tarea que va desarrollándose más lento de lo deseado por la administración central. Aunque se trata de una cuestión de tiempo y de logística, la capacidad de los puestos de recarga eléctrica en la ciudad es cada vez mayor.