La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos, Enresa, ha manifestado al Ayuntamiento del Valle de Tobalina «la necesidad de tener disponibles naves dotadas de puente grúa para que puedan instalarse empresas externas colaboradoras en el desmantelamiento de Garoña». Esta necesidad se dará en la segunda fase de las tareas de desmontaje de la central, que podría comenzar entre finales de 2026 y 2027 y se prolongará 7 años, por lo que el Consistorio ha solicitado al Ministerio de Transición Ecológica una ayuda de 3,4 millones de euros con el fin de habilitar tres naves con ese equipamiento. Lo ha hecho en el marco de las ayudas para zonas incluidas en convenios de transición justa y afectadas por la transición energética, en este caso, por el cierre de Garoña.
El importante número de proyectos de parques solares fotovoltaicos en el entorno de Tobalina y la llegada al municipio de empresas vinculadas al sector de las renovables es otro de los argumentos del Ayuntamiento para justificar la necesidad de estas naves. Para ejecutarlas, el grupo de gobierno (PSOE-PP) quiere aprovechar la estructura de la nave que en su día construyó la empresa Balfour en el parque empresarial del Valle de Tobalina y que el Consistorio rescató debido al impago de la mitad de la parcela donde se ubica.
Además el proyecto presentado ante el Ministerio incluye un centro de recapacitación y formación profesional destinado a antiguos trabajadores de Garoña y otros que se puedan sumar y que estén interesados en participar en las tareas de desmantelamiento o en emplearse en los nuevos proyectos de energía solar. Este centro formativo de un total de 531 metros cuadrados en dos plantas sería de nueva construcción y se habilitaría en parte del suelo libre de la parcela de 6.064 m2 que es de propiedad municipal.
Por un euro el metro cuadrado al mes. El Consistorio destaca en el proyecto como las tres naves se ubicarán a menos de 3 kilómetros de la central nuclear por carretera, lo que daría muchas facilidades a las empresas auxiliares del desmantelamiento para el traslado de materiales. El proyecto contempla una de 723 m2 útiles, otra de 574 y la tercera de 582. La intención municipal es la de alquilar estas infraestructuras al precio de 1 euro mensual por metro cuadrado, por lo que generarían unos ingresos anuales de 22.668 euros, en caso de alquilarse.
Este ingreso, además del beneficio en empleo que podría reportar al municipio, sería muy rentable, si como ya ha sucedido con la reforma integral de la residencia de mayores del Valle de Tobalina, el Ministerio de Transición Ecológica concede al Ayuntamiento una ayuda que cubra los 3,4 millones de gasto. Para la residencia, la subvención concedida a principios de 2023 rozó los 3 millones. Ahora se está redactando el proyecto después de adjudicar este trabajo en 123.497 euros el pasado diciembre.
Con la importante inversión prevista, el Ayuntamiento prevé colocar soleras y saneamientos al edificio, que está inacabado y quedó completamente abandonado por las dificultades de su antigua empresa propietaria. También se renovarán las fachadas y la cubierta, se colocarán carpinterías, electricidad, iluminación, ventilación, climatización y baños y vestuarios.