11 de julio de 2023, 20 de noviembre de 2023, 30 de septiembre de 2024 y 24 de octubre de 2024, el jueves pasado. En Hijos de Tomás Martín tienen grabadas estas fechas, y no por un motivo que les agrade, sino por otro que les preocupa y mucho. Cada uno de esos días, un camión volcó cerca de las instalaciones de su fábrica, saliendo de Doña Santos, a unos dos kilómetros hacia Pinarejos. «Son cuatro siniestros de diferentes empresas en un año, creo que es un dato a tener en cuenta y que se revise», dicen desde la dirección de la empresa maderera, que explican que la falta de arcén provoca que los vehículos pesados acaben en el suelo «a poco que pisen la orilla».
Tres de los siniestros tuvieron lugar en el mismo punto y otro de ellos, muy cerca. El motivo es más que alarmante si se tiene en cuenta que la Diputación arregló el año pasado los algo más de tres kilómetros de esta carretera desde el cruce con la BU-V-9216 (de Pinilla de los Barruecos a Huerta de Rey) hasta la localidad. El problema, como detallan, son las grandes cunetas, a las que convendría echar una capa de gravilla o cantos para impedir estos accidentes. «Cuanto se lo comentas dicen que sí que lo van a hacer, pero luego no hacen nada», añaden desde la empresa, donde confiesan estar con «el corazón en vilo» y que «los conductores de turismos también van con miedo».
Esta carretera, que se reabrió al tráfico en julio del año pasado, es la principal vía de acceso y salida de la fábrica Hijos de Tomás Martín, donde hay un gran movimiento de camiones a diario, una media de doscientos. Los profesionales de la carretera comentan el peligro de la vía y desde la empresa temen por la integridad de los trabajadores. Desde la compañía afirman que incluso están teniendo problemas con las empresas de transporte. «No quieren venir a cargar y descargar por la carretera. Dicen que es de las más peligrosas de España, tanto por el tránsito como por su estado», recalcan.
Las empresas no quieren venir a cargar y descargar por la carretera. Dicen que es de las más peligrosas de España»
«Con este tránsito y movimiento de vehículos, una centena de trabajadores directos y 500 indirectos nos sentimos totalmente desprotegidos y olvidados por las administraciones públicas. Es una situación lamentable y totalmente precaria, se nos llena la boca con la despoblación, la España Vaciada y el mundo rural, pero no hacen nada por solventar sus problemas», denuncian públicamente desde la compañía maderera.
Desde Hijos de Tomás Martín sostienen que de momento solo ha habido «perdidas materiales y restricciones de tráfico», pero dado la periodicidad de los siniestros les alarma pensar que algún día alguien no llegue a su destino, por eso les invitan a actuar de inmediato para solucionarlo, «porque sino quizá pueda ser tarde», añaden para decir que antes de la última reparación se sucedieron algunas salidas de vía, pero no con tanta frecuencia como está ocurriendo ahora.
La dirección de la empresa afirma que tras el arreglo del año pasado este tramo de carretera tiene las mismas características que la que une Pinilla con Pinarejos pasando por Mamolar y con la que enlaza. «Sin embargo, en ese tramo, la Diputación prohibió circular a camiones de más de 10 toneladas. ¿Por qué en nuestra parte, si es una carretera igual, si se permite que circulen? Si es igual, que también lo prohíban», expresan con ironía desde la fábrica, donde se preguntan: «¿Por qué no se ha procedido a su reparación y su adecuación para habilitarla al paso de 200 camiones a diario por ella?».
Con todo este tránsito de camiones y casi una centena de trabajadores, nos sentimos desprotegidos y olvidados por las administraciones»
Igual de Pinilla a Mamolar. Hace algo más de un mes se abrió al tráfico tras alguna semana de obras el tramo de la carretera BU-V-9216, entre Pinilla de los Barruecos y Mamolar, de 5 kilómetros de longitud. Los usuarios habituales están satisfechos con la mejora, pero preocupados por el desnivel que queda entre el aglomerado y el terreno, como sucede en la anterior vía. «Parece que no han terminado de rematarla. El otro día tuvimos que orillarnos un poco porque el coche que venía de frente iba por el medio y nos llevamos un buen susto, porque se salió la rueda fuera y pensábamos que nos íbamos de la carretera», comenta una viajera, que asegura sentir cierto «miedo» a circular por ella porque en algunos tramos la altura «es considerable».