Los talleres mecánicos pasan su ITV

D. ALMENDRES / Burgos
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Oleada de inspecciones para acelerar su regularización industrial. La campaña para la aplicación de la nueva normativa aflora las incidencias relacionadas con la puesta al día de expedientes y certificaciones. Los profesionales del sector piden ayuda

La campaña de inspecciones, que afecta a instalaciones de toda la provincia, busca un mayor control de elementos contaminantes. - Foto: Sofía Ramis

La consultas a la Asociación de Empresarios de Automoción de Burgos (Adeabur) se suceden en los últimos meses debido a la oleada de inspecciones que alcanza a profesionales del sector localizados en toda la provincia.
Esta campaña de control, aún abierta, verifica la correcta aplicación de la nueva normativa de seguridad. Esta iniciativa acelera la regularización industrial de las instalaciones y la puesta al día tanto de los expedientes administrativos de cada negocio como de las certificaciones requeridas. Un procedimiento un tanto farragoso que ayudará a actualizar toda la documentación exigida a los profesionales.

Esta no es una tarea sencilla al tratarse de cuestiones muy técnicas que afectan de diferente manera a cada taller en su obligación de adaptarse al nuevo marco normativo relacionado con la seguridad industrial y con la seguridad laboral. «Estos cambios han precipitado las inspecciones», explica Gabriel Martínez, secretario general de Adeabur, quien acepta de buen grado esta circunstancia. «Esto es bueno porque ayudamos a poner al día los expedientes y esta labor nos permitirá consolidar el tejido empresarial», afirma.

Sin embargo, «aún queda trabajo por hacer» porque hay muchos casos que tratar en un proceso que ha aflorado «situaciones que hay regularizar». «En esta cuestión convergen aspectos relacionados con la seguridad y con la regularización industrial», aclara.

«Esto es prioritario en los controles de salud y seguridad de las inspecciones. La normativa ha provocado cambios en las empresas, como la separación y la limpieza de la ropa de trabajo o el control de los ambientes», explica Martínez. Y es que aspectos como la polución en estas instalaciones y la manipulación de elementos como aceites usados «estaban considerados como potenciales fuentes cancerígenas». Ahora «se elimina» ese factor mitigante de «riesgo» para subir el listón de las exigencias para los negocios.

Como son factores convergentes, de esa inspección laboral surge la supervisión industrial. El mayor quebradero de cabeza para los profesionales es completar con éxito la regularización de la documentación de las instalaciones. Es, por decirlo de forma coloquial, la ITV de los talleres. Cada caso es particular y la puesta al día de la documentación y de las certificaciones requiere una «tarea multidisciplinar» asesorada por Adeabur.
La asociación ha atendido 35 consultas desde que comenzó esta campaña y solo en el último mes ha abierto 7 incidencias entre sus asociados para aclarar las dudas que surgen en el proceso.

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