Si durante unos años los robos de bicicletas en la ciudad se dispararon, esa tendencia ha dejado paso a un repunte en otro transporte de movilidad sostenible. La Comisaría Provincial ha recibido numerosas denuncias por sustracciones de patinetes eléctricos. Un espectacular repunte que se explica por diferentes factores. El primero es el descuido de los propietarios, que ponen medidas de seguridad muy laxas. Otro es la atracción que generan los vehículos de movilidad personal en el mercado de segunda mano, la cual reporta numerosos beneficios a los ladrones.
Fuentes policiales explican que, ante el incremento del uso de patinetes, era predecible un repunte de los robos. Sin embargo, reconocen que tal vez no esperaban que fueran tantos. Por lo menos los que se han notificado en el último año. Casi todos son muy similares: los dueños los dejan un segundo en la calle, por ejemplo para hacer recados, o incluso candados en algún lugar habilitado. Sin embargo, las medidas de seguridad se antojan demasiado débiles para unos delincuentes que, en muchas ocasiones, van equipados con cizallas ocultas entre las ropas.
Desde la Comisaría Provincial comentan que los ladrones detectan muy rápido si el candado es fácil de cortar y lo hacen en cuestión de segundos. Exactamente igual que como ocurre con las bicicletas (aunque en este caso los delitos han bajado), si bien en el caso de los patinetes los aparcamientos y lugares en los que en ocasiones se estacionan les facilitan el trabajo.
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