Un circo. Ese primer juguete de los clicks fue su salvación, el modo de evadirse e inventarse historias más amenas que las que tenía en casa y en el hospital, donde estaba ingresada su hermana Alejandra por una leucemia linfoblástica aguda, una de las más complicadas. Al circo le siguieron una granja y un zoológico y con ellos hace 24 años Jesús Jiménez empezó a coleccionar estos muñecos de brazos rígidos hasta llegar a las 15.000 piezas que tiene hoy. Su hermana se recuperó y ejerce como enfermera, aunque ninguno ha olvidado el mal trago que supone para una familia. Por eso este mago de nombre artístico Xuso organiza exposiciones con los Playmobil con el objetivo de recaudar fondos para la asociación Dosis de Sonrisas, que lucha contra el cáncer infantil a través de la creación de programas de ocio en hospitales y donaciones económicas para la investigación.
Su colección particular se puede visitar hasta el domingo en la segunda planta del hotel Silken, con nueve escenarios en los que se recrean espacios circenses, un parque de animales(con 200 especies distintas), una granja, el lejano oeste, los piratas, un parque de atracciones, los bomberos, un estudio de Hollywood (con escenas de películas como Regreso al Futuro) y un hospital infantil como en el que estuvo ingresada su hermana. Esta maqueta contiene una escena de Correos, servicio que utilizan para repartir regalos a los pacientes más pequeños, y un concierto, que representa la fiesta tras la recuperación.
«Tengo piezas desde el año 1974, cuando se creó Playmobil, hasta 2021. De hecho hay piezas que no han salido a la venta aún en España, como un parque acuático nuevo que he adquirido en la fábrica. Que siga interesando a padres y a hijos se debe, en mi opinión, a que se trata de un juguete que te permite un crecimiento creativo impresionante. Amí, por ejemplo, me sirve para desarrollar trucos de magia», sostiene Jiménez, un mago de la diversión, ya que lo que en realidad persigue es ayudar a los pacientes infantiles y a sus familias ofreciéndoles teatro, humor, música o ilusionismo, mientras por otro lado apoyan a la ciencia. «En este momento tenemos una obra de teatro muy divertida y estamos invitando a los hospitales cercanos, incluido el HUBU -son de Santander-, para que puedan acudir las familias y pacientes a verlo».
Con las muestras organizadas este año en otros lugares del país acaban de donar 2.500 euros al programa Idival (Instituto de Investigación Sanitaria Valdecilla), en el que trabaja la médico Mónica López, de Oncología Pediátrica. Y han apoyado a la asociación AMARA, de padres y madres de niños con cáncer, para contratar una psicóloga especializada en oncología. «Lo que recaudemos en Burgos lo utilizaremos para organizar una fiesta de Navidad en la planta infantil del hospital», añade Jiménez.
La exposición solidaria cobra una entrada de 4 euros y se muestra en un espacio de 250 metros cuadrados a los que podrán acceder 50 personas cada hora (de momento ya han vendido con antelación 350 entradas a través de https://www.giglon.com). Se puede visitar hasta el domingo de 11 a 14 y de 17 a 20 horas.