La afición del Burgos CF vivió una noche inolvidable en El Plantío. Su equipo tumbó al líder de la categoría, el Deportivo Alavés, después de jugar una segunda parte memorable, con tres goles y anulando por completo todo el potencial ofensivo de su rival. Fueron 50 minutos de locura, con un Burgos desatado en las transiciones, destrozando a uno de los grandes favoritos para el ascenso. El conjunto de Julián Calero, que se mantiene imbatido después de nueve jornadas, sin encajar ni un solo tanto, acabó con su sequía goleadora, que duraba desde la jornada cuatro cuando ganó al Cartagena. Gaspar abrió la lata en el minuto 53, Mumo sentenció el encuentro en el 81 y Curro Sánchez cerró la noche en el minuto 96. 

El Burgos Club de Fútbol explotó todas sus virtudes sobre el césped de El Plantío. Fue de nuevo un muro inexpugnable ante uno de los mejores ataques de toda la Segunda División y demostró que también tiene suficientes argumentos ofensivos para ganar los partidos. En la primera mitad el respeto imperó en ambos equipos y en la segunda el Burgos se desató jugando como más le gusta, con transiciones rápidas y llegadas al área rival. El Alavés, que había dominado parte de los primeros 45 minutos, cayó en la trampa en la segunda, descuidó su defensa y lo acabó pagando.

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