Pocas partidas hay en el Presupuesto del Ayuntamiento en las que se produce una desviación tan grande, en términos absolutos, entre la previsión de ingresos y los derechos reconocidos al final de un ejercicio (donde se refleja lo que ya se ha recaudado o está listo para cobrar) como la que hace referencia a las multas por infracciones de tráfico. Así se constata del hecho de que en los dos últimos años, el Consistorio capitalino ha estimado en sus cuentas que obtendría 1,86 millones de euros menos de los que finalmente establece en la contabilidad de la liquidación que se va a embolsar.

Ya sea porque los servicios económicos del Ayuntamiento aplican un criterio de prudencia en la elaboración del Presupuesto, porque el equipo de Gobierno de turno evita que al presentar sus cuentas se le reproche un afán recaudatorio o por cualquier otro motivo, lo cierto es que el año pasado el Consistorio vino a decir que ingresaría por esta vía 4,2 millones de euros y la liquidación el cierre del ejercicio desvela que la recaudación se ha disparado hasta los 4,91 millones. Es decir, en 717.727 euros más de lo anunciado.

No ha sido el año 2023 una excepción ya que en 2022 ocurrió algo muy similar. Entonces se presupuestaron 4 millones de euros de ingresos por multas de tráfico y los derechos reconocidos al final del ejercicio fueron de 5,15 millones. Es decir, la recaudación se elevó en 1,15 millones respecto a lo inicialmente anunciado.

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