El HUBU ha apelado a la «necesidad urgente» para intentar agilizar la contratación de un pediatra y de varias matronas, pero hay seis vacantes en el hospital en esta categoría de enfermería especializada. Fuentes oficiales aclaran que la urgencia alude más a la necesidad de rapidez en la resolución administrativa que a un problema asistencial, aunque sin negar que la consulta de endocrinología pediátrica está acumulando lista de espera porque se ha quedado a cargo de un único especialista cuando siempre la han llevado entre dos.
Las cuestiones de personal en sanidad son complejas, primero por la cantidad de procedimientos existentes para atraer y estabilizar profesionales -los más habituales son los concursos de traslados y las ofertas públicas de empleo-, que este año se han solapado con otros procesos extraordinarios para estabilizar interinos. A esto se añaden las promociones internas y otros mecanismos para cubrir puestos de trabajo mediante interinidades y otro tipo de contrataciones temporales.
En este caso, solo ha trascendido que el hospital trata de conseguir con la mayor rapidez posible un pediatra más para su plantilla, que está cubierta con los 12 especialistas que autoriza Sacyl sobre el papel (más otros doce que atienden la UCI pediátrica y Neonatología) y, aun así, es insuficiente para dar respuesta a las necesidades asistenciales. Prueba de ello es que la consulta de endocrinología pediátrica esté aplazando para dentro de cinco y seis meses citas fechadas para estos días, porque un solo especialista no puede hacer el trabajo programado para dos.
Así, dado que esta contratación requiere aumentar la plantilla por encima de lo autorizado por Sacyl la tramitación ordinaria conlleva unos plazos que chocan con la necesidad asistencial. Y de ahí la apelación del HUBU a la urgencia de la contratación, dado que esta consulta -dedicada a hormonas, metabolismo y nutrición- tiene un volumen elevado de pacientes. Solo por obesidad hay unos 200 nuevos al año que, sumados a quienes tienen revisiones y consultas sucesivas alcanzan el medio millar. Por poner uno de los ejemplos frecuentes.
En cuanto a las matronas, el problema es bien distinto: el HUBU arrastra vacantes desde hace tiempo en esta categoría profesional. Según información oficial de la Consejería de Sanidad hay seis vacantes disponibles para el próximo concurso de traslados, lo cual no quiere decir necesariamente que trabajen seis matronas menos en el hospital, sino que seis de las 27 plazas han de cubrirse con personal interino o con contratos temporales.
Pero, a juzgar por declaraciones recientes del sindicato de Enfermería SATSE, Burgos tiene dificultades para atraer y retener profesionales. Y si a esto se añade que la bolsa de trabajo está vacía, se entiende la urgencia del HUBU.