Los primeros pasos del pintor Sanz de la Fuente

I.L.H. / Burgos
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El Museo de Burgos ultima la exposición 'Anatomía de lo sutil', dedicada a la obra de juventud -la menos conocida- del artista fallecido en 2013. Creada entre 1976 y 1985, se podrá ver a partir del martes

El director del museo, Luis Araus, señala una serie de cuadros sin enmarcar porque están inacabados. En ellos se puede observar el proceso creativo. - Foto: Valdivielso

Para exponer la obra reciente de cualquier artista hay varios espacios en la ciudad que están especializados en ello. El Museo de Burgos, centrado en narrar la historia de la provincia a través del arte, concibe sus exposiciones desde otro prisma. «Tratamos de mostrar épocas o etapas de artistas que son menos conocidas, pero ya con cierta perspectiva. No tenemos la intención de mostrar las últimas tendencias, sino determinada obra en la trayectoria asentada del artista», resume Luis Araus, director del Museo de Burgos. 

En la creación de Antonio Sanz de la Fuente (Burgos, 1951-2013) la etapa que menos se ha exhibido ha sido la de su juventud, con la obra creada nada más terminar su formación. El pintor, conocido sobre todo por su obra tridimensional, cuadros que eran casi esculturas en madera, metacrilato y plomo, inició su trayectoria en 1976 con figuras carnales que merecieron varios reconocimientos.

Anatomía de lo sutil, comisariada por su hija María Sanz Nieto, descubre los primeros diez años de carrera, entre 1976 y 1985. Y decimos «descubre» porque buena parte del medio centenar de obras que se van a poder visitar a partir del martes 8 de octubre es inédita, y el resto no se ha expuesto desde hace mucho tiempo: «Son cuadros desconocidos, aunque algunos no lo fueran para sus contemporáneos porque recibió muchos premios. Pero como luego su trabajo fue por otros derroteros, dejó este un poco apartado», detalla el director. 

En este tipo de obra, en la que aparecen partes del cuerpo protegidas por vendas o telas, se aprecia una más que comprometida madurez artística y un concienzudo trabajo de estudio. La solvencia del joven Sanz de la Fuente asoma sobre todo en las transiciones de sus obras. El camino hacia otra etapa, que en esta primera década evoluciona hacia una abstracción lírica, se nota primero en los dibujos:desde las anatomías, los vendajes se van transformando en telas livianas que parecen velas, a la vez que lo figurativo se va desvaneciendo.

«Son obras profundas que están muy bien planteadas para hacernos pensar y reflexionar, que es lo que pretendía el artista», afirma Araus, que también destaca su calidad pictórica:«Domina la técnica clásica, la pintura al óleo, como para jugar con ella, con las transparencias, los matices, el tipo de pinceladas, el trazo... Yutilizando una gama de colores muy reducida le saca una gran carga expresiva». 

Todas estas razones avalan que el Museo de Burgos dedique hasta el mes de enero una exposición a la obra de juventud del pintor, que en su última etapa también mostró su obra aquí: «Es una época muy interesante, tanto en la producción de Sanz de la Fuente como en el contexto artístico burgalés de esos años», subraya Araus.