Fin a una era, posiblemente la más exitosa en la corta historia del Villa de Aranda. Jacobo Cuétara abandonará la disciplina del club amarillo al final de la presente temporada y, junto a él, también se irán otros dos directivos de peso durante los últimos años, Rubén Esteban (responsable económico) y Santiago Altable (coordinador de las categorías inferiores).

Desavenencias económicas en el presupuesto dedicado a la plantilla para el próximo curso -38.000 euros es el recorte propuesto por la nueva junta directiva ante el tope de 25.000 expuesto por el cuerpo técnico- ha sido el principal escollo que no ha podido superarse.

Triste y doloroso, pero la matemática es poco antojadiza y cuando los números no cuadran no queda otra que plegarse a la realidad. La discrepancia ha sido exigua en las cantidades (apenas 13.000 euros), pero la imposibilidad de llegar a un entendimiento acarreará a final de temporada que Jacobo Cuétara y su equipo técnico abandonen Aranda para emprender nuevas metas.

El entrenador asturiano, que ha asegurado que no puede pretender otra cosa que no sea «mucha suerte en el futuro» para la entidad que ahora preside Álvaro Perote, lamenta que no se haya podido llegar a un acuerdo. «No he visto voluntad porque no se ha movido el margen por su parte en ningún momento», expresaba argumentando la inamovible cantidad inicial de 38.000 de euros que se pretenden recortar.

Futuro del Club

Sin embargo, y a pesar de las fricciones en lo económico, tanto la directiva como el técnico entienden la postura contraria. Como señalaba Julián Rasero, nuevo directivo, «el presupuesto debe ser respetado si se pretende la supervivencia del club. Nadie debe estar por encima». Por eso, la nueva junta trabaja en la regeneración y ha hablado con empresas para sumar, pero también con capital humano.