Imposible caminar tranquilo por el centro de Salas de los Infantes.Camiones de madera, coches que dan vueltas en busca de aparcamiento o paran en doble fila para cargar, peatones que se la juegan, en pasos con poca visibilidad... Para colmo, las aceras están concebidas como una carrera de obstáculos para quienes usan silla de ruedas, andador o bastón y llegan desde las dos residencias de mayores que funcionan en la ciudad milenaria, que ha visto esfumarse otro mandato sin conseguir absolutamente nada más que promesas y algún movimiento de papeles en los despachos de las tres administraciones que la estrangulan.
La última en mover ficha ha sido la Junta de Castilla y León, que hace unos días anunció vía Boletín Oficial que ha terminado la actualización del proyecto de construcción de la variante de la CL-117, carretera que va hasta la provincia de Soria por Palacios y Quintanar de la Sierra y que registra un incesante trasiego de la industria maderera. Los afectados por las expropiaciones (un centenar según el anterior proyecto) tienen 20 días para alegar. Lo que en circunstancias normales tendría que ser bendecido como un avance no lo es tal, puesto que deja la obra en el mismo punto que estaba en agosto de 2019, cuando la Consejería, entonces de Fomento y Medio Ambiente, publicó la relación de bienes. Tres meses después se aprobó el proyecto definitivo, pero nunca llegó a licitarse, porque la Administración regional se dejó caducar la autorización ambiental.
En 2021 se volvió a poner en marcha la maquinaria administrativa, que aún tiene que dar varias vueltas, con el problema añadido de que la obra ha incrementado su coste de unos 8 millones a «una inversión plurianual superior a los 9,6 millones», según las últimas cifras de la Junta.
En el proyecto inicial para estos 3,4 kilómetros -a expensas de posibles cambios- se contemplaba la ejecución de varias estructuras de gran envergadura, tales como el viaducto sobre el río Ciruelos de 120 metros de longitud, un paso inferior tipo marco para dar continuidad a la línea de ferrocarril, la reposición de un camino mediante un paso superior de 50 metros y un posible enlace a distinto nivel con la carretera N-234, actuaciones que han disparado su coste.
Lo mismo le ocurre al Gobierno central, que lleva años parcheando el grave problema de la otra variante, la de la N-234, inaugurada en octubre de 2007. Aunque está hecha, las graves deficiencias detectadas obligan prácticamente a rehacer enteros estos 3,5 kilómetros, con «la reconstrucción total del firme, la construcción del drenaje subterráneo y la mejora del drenaje superficial», según explican desde el Ministerio. Y lo que hace dos años costaba 3,5 millones ahora se calcula en 6,5 millones (IVA incluido), según la última cifra facilitada a los senadores Javier Lacalle y Cristina Ayala, que en los últimos años han preguntado en reiteradas ocasiones por este tramo al Gobierno central.
Por si fuera poco, la situación en el casco urbano no contribuye a la pacificación del tráfico. En los días de mercado, fines de semana y veranos, la falta de aparcamiento ahoga a los salenses y a los comercios, que ven cómo la clientela huye a grandes superficies y otros entornos más cómodos para las compras. Antes de que el equipo de Gobierno se desmembrara, Vox impulsó la compra de un terreno de 8.000 metros cuadrados -conocido como la Finca de Moisés- para habilitar un estacionamiento. Según su concejal, Ángel Martínez, existía una tasación que avalaba la legalidad de esta adquisición.Sin embargo, el alcalde asegura que el dueño pide 210.000 euros y la tasación oficial no pasa de 60.000, al ser rústica y estar en zona inundable para la CHD, lo que imposibilita su compra. «Es verdad que Salas necesita un aparcamiento, pero nos exponemos a ser acusados de prevaricación», declaró en su día Francisco Azúa a este periódico.
Con este triple frente abierto, no hay duda de por dónde circulará al menos una parte de los reproches y promesas de la campaña electoral en Salas de los Infantes.
La reivindicación llega desde Soria. En las Cortes regionales la voz cantante sobre las infraestructuras de la Sierra de la Demanda y Pinares no la lleva ningún partido burgalés sino Soria Ya!. A finales de 2022 defendió en una moción presentada diversas actuaciones, entre ellas la realización de un estudio para convertir en carretera 2+1 (vía rápida) con variantes de población la CL-117, desde Abejar hasta Salas de los Infantes.
Y la semana pasada, sus tres procuradores presentaron una proposición no de ley para reclamar la unión por autovía entre Burgos y Soria, una vieja reivindicación que la crisis del ladrillo condenó a no pasar del sueño. Considera la formación soriana que entre ambas capitales se encuentran núcleos de población con una importante industria maderera, así como acceso a enclaves naturales de ocio y turismo reconocidos internacionalmente. Asimismo, recuerda que soporta un tráfico pesado superior al de otras vías.
Según los aforos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, la Intensidad Media Diaria asciende a 3.656 vehículos, de los que 614 son camiones, un 16,9% sobre el total, cuando en el conjunto de la Red Convencional de Carreteras del Estado ese porcentaje se queda en el 12,7%. En el tramo entre Navaleno y Salas de los Infantes aumenta incluso y 1 de cada 5 vehículos es pesado.