Un dolor que parecía olvidado

SPC
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Laciana llora la muerte de cuatro vecinos de entre 32 y 54 años que, junto a un compañero de Fabero, perdieron la vida en la mina de Degaña en la que otros cuatro trabajadores resultaron heridos

La crueldad de la mina regresa a León - Foto: Carlos Castro

La minería del carbón en León cerró hace años pero sus horas más negras regresaron hoy a la provincia. "Es muy difícil de explicar, difícil de entender y muy difícil de asimilar que en la época en la que vivimos y en los tiempos que estamos, el grisú le vuelva a quitar la vida a alguien en la mina". Visiblemente emocionado, el alcalde de Villablino, Mario Rivas, lamentaba este lunes la muerte, en la mina de la localidad asturiana de Degaña de cinco leoneses de entre 32 y 54 años por una presunta acumulación de gas.

Cuatro de ellos de la comarca de Laciana, concretamente de Sosas de Laciana, Villaseca de Laciana, Caboalles de Abajo y Orallo, y el quinto de Fabero, en El Bierzo. "Cinco compañeros, cinco amigos y cinco vecinos y un golpe muy duro que creíamos que formaba parte del pasado y que no queríamos volver a encontrarnos, pero que de la manera más cruel nos da el reflejo de lo que es la minería", señalaba.

Los cuatro de Laciana eran, según cuenta Mario, "muy conocidos y formaban parte del día a día del municipio" y trabajaban en el sector minero "porque querían mantener el arraigo con la tierra". Sin embargo, la comarca se levantó este lunes dándose de bruces con la tragedia de la mano de una "noticia muy dura de asimilar", particularmente para sus familias y amigos, pero también "para un municipio que entiende muy bien lo que es la minería y lo que significa esta tragedia".

Un dolor que parecía olvidadoUn dolor que parecía olvidado - Foto: Emilio Atienza ICAL

Todos ellos, junto a su compañero del bierzo, dejan tras de sí hijos de dos años, nietos en camino e incluso la ilusión de estar cerca de la jubilación en edad temprana. Todos ellos dejan familias que este lunes tuvieron que ver cómo sus cuerpos salían sin vida de una bocamina a la que entraron para tratar de dar un futuro a sus familias.

En apoyo a todos ellos el Ayuntamiento de Laciana decidió establecer tres días de luto oficial y suspender cualquier tipo de acto que sea organizado por el Consistorio o por otra administración. Además, les ha ofrecido a las familias la posibilidad de que, bajo su criterio, puedan establecer la capilla ardiente conjunta en el polideportivo municipal para que "puedan estar de la manera más cómoda recibiendo las condolencias de todos aquellos que se quieren acercar".

Visiblemente emocionado, Juan José, vecino de Villablino no puede evitar que se le escapen las lágrimas ante el fallecimiento de "gente muy joven" que "solo hacía su trabajo". Cuenta que uno de sus hermanos trabajó hace años en el pozo y "siempre decía que las condiciones no eran nada buenas". "Ahora mismo no sé qué sistemas de seguridad tienen, pero dentro de la mina cualquier fuente de calor que entre en contacto con el grisú puede provocar estas cosas".

Juan José se apoya en el hombro de su pareja en una jornada "triste" para toda una comarca que vivió de primera mano el esplendor y declive de la actividad minera. A sus ya más de 70 años, otro vecino, Antonio, que trabajó durante gran parte de su vida en el pozo Calderón como minero tiene claro que "el grisú mata a Dios y a su madre" y reconoce tener sentimientos encontrados entre la rabia y el dolor. "Es increíble que sigan pasando los años y sigan pasando estas cosas", cuenta, al tiempo que dice resignado que "no queda más remedio que seguir trabajando".

Mientras que los cuatro mineros de Laciana y uno más del Bierzo perdieron la vida esta mañana en la mina del concejo asturiano de Degaña, otros cuatro compañeros resultaron gravemente heridos y se encuentran en estos momentos ingresados en los hospitales de León, Ponferrada, Oviedo y Cangas de Narcea, aunque su diagnóstico es reservado en estos momentos.