El revuelo generado por la labor inspectora municipal del cobro de la tasa por la ocupación de la calle con elementos de carácter publicitario, informativo o decorativo en los comercios del centro histórico ha tenido respuesta por parte del Ayuntamiento. 

El concejal de Comercio, Raúl Martínez, recuerda que está regulada en la ordenanza 213 sobre la utilización privativa o el aprovechamiento especial de bienes o instalaciones de dominio público local y no es nueva. «El desconocimiento de la norma no exime de su cumplimiento. La tasa existe y hay que pagarla. Al igual que se ponen mesas y sillas en una terraza por los hosteleros, si se sacan carteles a la calle hay que pagar por ese uso del espacio público», indico. 

Martínez recordó que en la ciudad hay 8.000 comercios y ahora se ha reclamado el pago a «diez o doce» tras constatarse que no la habían abonado por la inspección de tributos, algo que ya se realizado con anterioridad. «Los comercios del centro que sacan carteles a la calle ya saben que tienen que pagar. En este caso se les ha girado la tasa de los últimos cuatro años fiscales sin ningún recargo de intereses de demora», añadió. 

La tasa establece un pago de 30 euros al mes por metro cuadrado ocupado y es el contribuyente el que debe abonarla. Desde la Asociación Centro Burgos reconocen que esta situación ha provocado inquietud y enfado entre los comerciantes. Su presidenta, Patricia Gil, reconoció que desconocía que se tenía que abonar esta tasa. «No ha gustado esta situación y menos que se reclame con carácter retroactivo», señaló. 

De hecho, según apuntó, en la jornada de ayer muchos establecimientos comerciales procedieron a la retirada de estos elementos. Desde la asociación se pedirá una reunión con el Ayuntamiento para que les aclare el cobro de este tributo y que los comerciantes sepan a qué atenerse. 

El Ayuntamiento notificó algunos comercios este incumplimiento acompañado de fotografías desde los años 2021 y 2022 para dar fe de la ocupación de la calle.