Adaptarse a los cambios siempre resulta complicado. Como sucediera en los casos del comercio y la hostelería, la implantación del servicio de recogida selectiva de residuos puerta a puerta en los polígonos industriales suscita críticas por parte del empresariado un mes después de su puesta en marcha.
Las principales quejas del sector son que hay empresas que todavía no han recibido los contenedores específicos y que los horarios establecidos no se cumplen. A ello se añade que se mantienen los contenedores antiguos, lo que hace que personas ajenas a las empresas aprovechen para depositar sus residuos o, incluso, dejándoles en el exterior y dando un aspecto muy descuidado y sucio a estas zonas de la ciudad a las que miles de personas acuden a diario a trabajar o a llevar y recoger mercancía.
Desde la Asociación de Empresarios del Polígono de Villalonquéjar (AEPV) reconocen que las empresas «no están contentas con el cambio» sobre todo por el incumplimiento de los horarios de recogida. «Tenemos que adaptarnos, tanto nosotros como la empresa. No pasan cuando han dicho. Además, los contenedores se dejan fuera y la empresa es la responsable. ¿Quién se hace cargo si echan residuos que no son de las empresas?, ¿y si se vuelan los contenedores¿, ¿de quién es la responsabilidad?», apunta la presidenta de la Asociación Silvia Alonso, al tiempo que subrayó que no se han repartido contenedores a todas las industrias.
La situación es todavía peor en el polígono Burgos Este. El presidente de la Asociación que los agrupa, Fernando de Santiago, coincide en que el reparto de contenedores no se han completado. «No he visto ningún cambio en el funcionamiento de la recogida en el último mes. Los contenedores antiguos siguen estando en el mismo sitio y a muchas empresas no les han llegado (...)».
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