Un relevo contra el cierre

ÓSCAR CASADO / Miranda de Ebro
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Vinos y Bebidas Bastida cambia de dueño tras 35 años. Los hermanos Jesús y José Tomás dejan el negocio con la satisfacción de que su tienda seguirá abierta con la entrada de Héctor Jiménez

Héctor Jiménez cogerá el relevo de los hermanos Bastida, para mantener con vida un negocio tradicional. - Foto: Ó.C.

La lonja del número 22 de la calle Alfonso VI suma décadas como un lugar tradicional, al que acuden los mirandeses en busca de bebidas. Los últimos 35 años, el cartel que de alguna manera luce sobre su puerta muestra el apellido Bastida, el de los dos hermanos que han regentado este negocio: Jesús y José Tomás.Sus años de actividad se acaban, pero reconocen que viven el fin de ciclo con satisfacción. Admiten que atraviesan su «mejor momento», pero también disfrutan porque la meta de la jubilación la cruzan con el relevo que asegura Héctor Jiménez.

De esta manera, tienen la certeza de que la persiana que tantas veces han levantado, volverá a subir cuando ellos no estén al frente. «Es una pena la cantidad de negocios que se cierran», explican los hermanos, que han visto pasar ese fantasma de cerca. Héctor admite que es un local de su barrio y lo conoce «de toda la vida», y por eso «me lo empecé a plantear». El gusanillo inicial dio paso a conversaciones con los hermanos y todo se tradujo en un acuerdo. El próximo gerente tampoco esconde que «la decisión tampoco fue fácil, porque llevaba 20 años trabajando en el mismo sitio y da un poco de vértigo», detalla consciente de que no hay muchos casos como el suyo.

Nos vamos en nuestro mejor momento, sobre todo desde la pandemia»
Jesús Bastida, fundador

Pero él, vio una oportunidad que no podía dejar pasar, a lo que añadió la nostalgia de una tienda que le ha visto crecer. «El negocio que se cierra es difícil que vuelva y sería una pena que esto se perdiera en el barrio», reconoce José Tomás, quien junto a su hermano recuerda que los inicios nunca son sencillos. Tampoco lo fueron para ellos. 

«Se lo cogimos a otro señor que nos engañó», recuerda Jesús, quien menciona las dificultades iniciales, porque «tuvimos que arrancar de cero y fueron años muy duros, aunque poco a poco salimos, porque eran mejores tiempos». De la época del final de los años 80 cuando asumieron la gerencia mencionan cómo «se movía el dinero, porque estaba la calle el vicio a tope y también la Parte Vieja», rememora Jesús, quien junto a su hermano vendía en aquel momento solo vino, y sobre todo para hostelería. «Había más dinero para gastar, porque luego mucha gente se hipotecó con pisos caros y se dejó de gastar tanto», opina José Tomás, quien recalca que los bares «pegaron un bajón».

Seguramente por este motivo, el equilibrio entre la hostelería y los clientes particulares giró y ahora la mayoría de las personas que cruzan su puerta lo hace con un concepto minorista. «Sobre todo desde la pandemia», recuerdan los hermanos, que vieron que con el virus muchos de los vecinos que antes pasaban de largo entraban y compraban. Esa mejoría dejó un poso «y ahora vendemos mucho más», reconoce Jesús. 

La decisión tampoco fue fácil, porque da un poco de vértigo»
Héctor Jiménez, emprendedor

Pese a estar asentados y a tener la respuesta de la clientela, José Tomás asume que «también te cansas, porque son muchos años y uno tiene ganas de parar». Por eso, tampoco dudaron en el retiro y pusieron un cartel. Tuvieron visitas, pero «Héctor enseguida puso mucho interés y quitamos el letrero», afirman los Bastida, quienes puntualizan que «han venido muchísimos clientes preocupados por si se cerraba el negocio».

Ahora tienen por delante el traspaso real «y sí que estoy nervioso, pero mantengo un poco la tranquilidad porque van a estar echándome una mano», recalca Héctor, quien mantendrá el nombre «aunque primero les pedí permiso». Los hermanos ayudarán en todo lo posible, porque quieren que su relevo funcione. Por eso, tratan de darle todas las claves, aunque es algo que resulta complicado, porque hay cosas que solo se aprenden con el día a día. 

Han venido muchísimos clientes preocupados por si se cerraba el negocio».
José Tomás Bastida, fundador

Pese a todo esto, en la lista de cosas por conocer, un punto imprescindible pasa por saber adaptarse a los gustos de la gente «y por comprar a buen precio», puntualizan. «Al principio todas las semanas venía un camión a descargar vino del peleón, pero ahora todo eso se ha sustituido y además los jóvenes  consumen más cerveza», explican los Bastida, quienes esperan una larga vida para la nueva etapa.