Ocurrió durante la pandemia, en una de las fiestas ilegales que se celebraban en domicilios de Burgos durante el confinamiento. La denuncia de unos vecinos movilizó a la Policía Local de Burgos a una vivienda en la que sus inquilinos estaban montando un escándalo que molestaba a los residentes de los pisos cercanos. Tras llamar a la puerta y pedir la documentación a quienes allí se hallaban, uno de ellos -que se encontraba visiblemente ebrio- se negó a identificarse. Los agentes le ordenaron que saliera para llevárselo a dependencias policiales, momento en el que se revolvió y lanzó varias patadas a los funcionarios, una de las cuales impactó en los testículos de uno de los policías.
El juzgado de lo Penal de Burgos le acaba de condenar a seis meses de prisión en una sentencia que acaba de confirmar la Audiencia Provincial. Deberá indemnizar al agente lesionado con 120 euros.
Los hechos tuvieron lugar el 13 de febrero de 2021. Los policías subieron al domicilio del que recibieron quejas por ruido. Llamaron a la puerta pero tardaron un buen rato en abrirla. Lo hizo el titular de la vivienda, tras lo cual empezaron a salir más personas, a quienes los agentes pidieron que se identificaran. Uno de los individuos, que era trabajador municipal, cedió y entregó su carné.
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