Las cuentas del Ayuntamiento de la capital ribereña va tomando forma y la cifra global ha sufrido un incremento desde la previsión inicial. Para el año 2025, una vez añadidas las partidas correspondientes a los tres proyectos que cuentan con ayudas de fondos europeos (la remodelación del centro cívico para acoger el campus de la UBU, la reforma de la Casa de los Maestros como centro de turismo y la primera fase del ARU de Santa Catalina), el Presupuesto sube hasta los 60 millones de euros, de los que la partida para inversiones se acerca mucho a los 22 millones.
El equipo de gobierno contará con esta cantidad para ejecutar proyectos, pero no toda se destinará a nuevas inversiones. De los 22 millones hay que restar los 15,5 ya comprometidos con los tres grandes proyectos que se han elaborado este año, y que son los nombrados antes, por lo que la cifra para inversiones propias se limita a seis millones de euros.
Con este panorama económico, las distintas concejalías han planteado los proyectos que querían afrontar en 2025 y de esa lista se han seleccionado los más realistas. «Vamos a tener unas inversiones continuistas, es decir, proyectos que creíamos necesarios para este año y que no se han podido llevar a cabo, siguen siendo necesarios y muchos de ellos serán los que copen las inversiones para el año que viene», explica el alcalde de Aranda, Antonio Linaje, aunque pone algunas excepciones. «Por ejemplo, el arreglo integral del pabellón Santiago Manguán va a tener que esperar, porque no podemos cerrar estas instalaciones mientras el Villa de Aranda está compitiendo en Asobal, pero sí haremos arreglos puntuales que son imprescindibles en materia de seguridad», plantea Linaje como una de estas singularidades.
El equipo de gobierno está pendiente de una última reunión interna para concretar el anteproyecto de Presupuesto, con la intención de poder enviar el documento definitivo la próxima semana al departamento de Intervención para comenzar con la tramitación de estas cuentas. Estos trabajos previos se han desarrollado con una metodología distinta a la del año anterior. «En 2023 pedimos aportaciones a los grupos de la oposición, pero sólo recibimos respuesta de Vox e incluimos muchas de sus sugerencias; este año hemos hecho el borrador sin contar con ellos para que puedan realizar sus aportaciones en el plazo de enmiendas, con el objetivo de poder adelantar un poco los tiempos, con la intención de tenerlo listo antes de que acabe este año», explica Linaje.
Una vez que Intervención emita su informe sobre el borrador de Presupuesto, empezarán a contar los plazos para presentarlo al resto de los grupos en comisión informativa, para que puedan realizar sus aportaciones, antes de que se lleve a debate y votación en pleno.