Arranca una vendimia mermada

L.N. / Aranda
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Se prevé una caída del 70% en uva blanca. En torno a una quincena de bodegas también han comenzado la recolección de la variedad tempranillo, que se espera más escasa por las heladas y el granizo. Eso sí, en el sector destacan su «buena calidad»

En esta vendimia, que ya suma varias jornadas aunque todavía no se ha generalizado, se ha solapado la recolección de las uvas blancas y tintas. En la imagen, una trabajadora en Roa de Duero. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Los primeros racimos de la campaña ya están a buen recaudo en al menos una quincena de bodegas adscritas a la Denominación de Origen Ribera del Duero. El pistoletazo de salida a la vendimia se reparte por municipios como Roa de Duero, Sotillo de la Ribera, Hoyales, La Aguilera o Aranda. Y en todos, bodegueros y viticultores coinciden en que será una cosecha más reducida que las anteriores porque los efectos de la sequía que ha sufrido el viñedo en los dos últimos años empiezan a notarse y a ello se suma el golpe de las heladas que se registraron en abril y los episodios de granizo de mayo y junio. Así, las primeras estimaciones apuntan que en la variedad albillo se recogerá un 70% menos de cantidad y en tempranillo la disminución podría rondar el 25%, a la espera de que la vendimia se generalice bien la próxima semana o la siguiente, en función de las lluvias que se prevén para estos días.

«Sale muy poca uva, menos de lo que esperábamos», admite Juan Esteban, gerente de Valderiz, donde han comenzado a vendimiar este martes. En su caso, cuentan con alrededor de 120 hectáreas repartidas por Roa, Anguix y Olmedillo y recogen una media de seis o siete hectáreas cada día. Por ahora, se han encontrado con «una calidad buena», sobre todo en los viñedos jóvenes, «que tienen muchas yemas productivas y están bien».

Ayer por la mañana ya recolectaron todo lo que tienen de albillo, en torno a 7.000 kilos, aunque «tenía que haber dado 12.000 kilos». Y también han comenzado con la tinta. De hecho, estos días cuentan con 24 empleados, de los cuales media docena trabajan en la selección de las uvas en bodega y el resto en el campo. Según caen los racimos, eliminan alguna hoja de forma manual y de ahí pasan a la despalilladora, la máquina que separa las uvas del raspón por vibración. A continuación, el fruto es transportado directamente por una manguera de llenado hasta la cuba, donde reposa. Ya la próxima semana en Valderiz tienen previsto atacar las viñas más viejas.

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