Cada vez son más las mujeres que vencen al cáncer de mama, esa enfermedad maldita que sí puede superarse. Gracias al diagnóstico precoz, a la terapia y a los nuevos e innovadores tratamientos, las pacientes saben que la batalla contra el tumor es larga pero, en la gran mayoría de los casos, satisfactoria.

La evaluación del cáncer de mama -cuyo Día Internacional se celebra este sábado- supone uno de los reveses más profundos en la vida, pero los profesionales de la salud y las propias asociaciones mantienen siempre un canal de esperanza a quienes lo sufren. Máxime cuando los datos clínicos les dan la razón.

En España, la superación de esta enfermedad es del 82,8 por ciento de forma global, y escala hasta el 99 por ciento en las personas diagnosticadas con esta dolencia exclusivamente en el pecho y detectada de forma temprana.

Así, las mejoras llevadas a cabo en las últimas dos décadas, además de una evaluación rápida del tumor, han permitido que desde principios de siglo la resistencia a esta dolencia en España sea muy positiva.

A pesar de estas buenas previsiones, la mortalidad del cáncer de mama es una espada de Damocles sobre las mujeres que lo padecen y siempre hay un pequeño porcentaje que no supera el tumor. De hecho, el índice de letalidad de esta enfermedad en España es uno de los más bajos, de 28 fallecimientos por cada 100.000 habitantes, según los últimos datos del Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Aún así, continúa representando el 17 por ciento de todas las muertes por tumores de mujeres en nuestro país y el 3,3 por ciento del total de decesos entre las féminas.

Igualmente, cabe destacar que la edad es un factor importante a tener en cuenta en la mortalidad, ya que la mayoría de los fallecimientos por esta dolencia se dan en personas por encima de los 75 años.

Más y mejores cribados

A pesar de estas esperanzadoras noticias sobre la supervivencia al cáncer de mama, la realidad demuestra que cada vez es mayor la incidencia de este tipo de tumor en la población femenina, sobre todo debido a los avances de las técnicas de detección temprana de los distintos tumores y al aumento de la esperanza de vida. 

De hecho, si el año pasado el número de féminas diagnosticadas con esta dolencia ascendió a más de 35.300, según la memoria de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), en lo que va de año ese dato escala a casi 36.400 pacientes, alerta la Sociedad de Oncología Médica (SEOM), y añade que este tipo de tumor ya es más frecuente en mujeres que otro tipo de cánceres, como el colorrectal, de pulmón, cuerpo uterino, tiroides y páncreas. 

En cuanto a la tasa de incidencia, se estiman 132 casos por cada 100.000 habitantes. Lo que indica que la probabilidad de desarrollar cáncer de mama siendo mujer es de uno de cada ocho. Este tipo de tumor suele aparecer entre los 35 y los 80 años, aunque la franja de los 45-65 es la de mayor incidencia, al ser el momento en el que se producen los cambios hormonales en los períodos de menopausia, una curva de incidencia que continúa aumentando a medida que la mujer envejece.

Por eso, ante esta situación de una mayor previsión de casos de cara al futuro, las distintas federaciones y asociaciones de lucha contra esta enfermedad reclaman de forma urgente más investigación, más financiación, más innovación y un rápido acceso a las nuevas terapias. De lo contrario, la lacra del cáncer de mama se convertirá en una de las pandemias del siglo XXI.

«La investigación y el desarrollo son pilares fundamentales para mejorar los índices de supervivencia y moderar los efectos adversos de las pacientes», destaca la presidenta de la Federación de Cáncer de Mama (Fecma), Antonia Gimón, quien confía en una financiación pública y privada suficiente para abordar los nuevos retos.

Precisamente, un nuevo estudio español del Instituto de Neurociencias y del CSIC aborda una revolucionaria investigación en la que revela que las células cancerígenas compiten entre ellas a favor y en contra del desarrollo del tumor. Este nuevo hallazgo puede servir de base, afirman los expertos, para crear nuevos mecanismos de defensa en contra de una de las peores dolencias del momento, el cáncer de mama.