La educación digital, que tan en boga está al dispararse la cibercriminalidad en los últimos años, no pasa sólo por saber cómo protegerse de los estafadores o de los hackers que pueden robarnos datos sensibles. También hay que tener una especial concienciación sobre la pornografía y la violencia sexual en internet. El llamado 'sexting' es uno de los delitos que más preocupa tanto a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado como a la Fiscalía. Es, básicamente, un acoso u hostigamiento a través de imágenes íntimas, así como su filtración a través de las redes. En Burgos no se habían dado casos. Hasta el año pasado, cuando se denunciaron 11.

El 'sexting' está castigado principalmente por el artículo 197.7 del Código Penal, el cual se aplica en los casos en los que se difunde imágenes de índole sexual de una persona sin su consentimiento. Contempla condenas de entre tres meses y un año de prisión. No obstante, a esta práctica habría que añadirle varios asteriscos. El primero se explica con un caso práctico. Alguien recibe en un grupo una foto de una chica o un chico desnudo y decide reenviarla a otros amigos. Y así sucesivamente. Pues bien, todos aquellos que lo hubieran remitido habrían cometido el mismo delito.

Hay otras conductas que son igualmente delictivas y que, lamentablemente, se dan con demasiada frecuencia. Es el envío de esas imágenes a otra persona sin que las haya solicitado. Dicho de otro modo, un exhibicionismo u hostigamiento sexual hacia otra persona que, en muchos casos, es menor de edad, tal y como han alertado tanto la Fiscalía como desde los juzgados.

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