El informe desfavorable de la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Castilla y León (Acsucyl), adscrita a la Consejería de Educación, respecto al grado de Matemática Aplicada y Computación que preveía implantar la UBU el próximo curso ha caído como un jarro de agua fría en su Consejo Social, órgano de participación y representación de la sociedad en la institución académica. La noticia se conoció, además, el mismo día que esta entidad entregó sus distinciones anuales a los miembros de la comunidad universitaria, por lo que su presidente, Luis Abril, no quiso dejar pasar la oportunidad de exigir a la Junta que «preste más atención» a la academia burgalesa en reconocimiento, precisamente, al «buen trabajo» que realiza.
«Ha sido una sorpresa porque no se lo esperaba nadie», subrayó en declaraciones a este periódico momentos después del acto celebrado ayer en el Paraninfo del Hospital del Rey en referencia a esa negativa regional que llega después de más de un año de trabajo por parte de la Universidad de Burgos y una autorización previa del departamento que dirige RocíoLucas en el mes de junio del año pasado. Tampoco admitió entender la motivación que sustenta la decisión, basada en una falta de personal docente, al considerar que «quien tiene que dotarlo de financiación dice que no hay presupuesto para ello», lo que valoró como «una contradicción en los términos».
«Se trata de dos grados cercenados», censuró incluyendo de igual la frustrada reivindicación de la puesta en marcha de una Facultad de Medicina enBurgos. Por ello, insistió en resaltar la progresión favorable de la institución académica y en que, por este mismo motivo «tiene un cierto derecho a exigir», trasladando en este sentido que la institución «se siente penalizada por la Junta a todos los niveles y en todas las instancias».
- Foto: Alberto Rodrigo«Respeto y futuro». Por todo ello, el presidente del Consejo Social avanzó que esta negativa se abordará en la próxima reunión de este órgano para «ver qué tipo de determinaciones quieren tomar sus miembros» en línea con una «defensa absoluta de la puesta en marcha del grado de Matemática Aplicada porque, de hecho, contábamos con él». Su postura quedó clara después de hacer también referencia a esta situación durante su discurso, que cerró la entrega de premios y en el que mencionó las palabras de «respeto y futuro» en alusión al lema de la gran manifestación en defensa de las infraestructuras de hace un año.
Por su parte, fuentes de la Consejería de Educación rechazaron que exista «una falta de apoyo» a la UBU, aludiendo a la reciente creación del campus de Miranda o de Psicología, y a un «incremento de la financiación del 19% respecto a 2019». «Nuestro compromiso es firme», remarcaron, al tiempo que valoraron que el informe negativo responde a que lo planteado por el campus local «es, según el órgano independiente encargado de estudiar la viabilidad, difícilmente asumible para cualquier universidad pública». En este punto, defendieron la labor de Acsucyl, que «actúa con profesionalidad, autonomía y con arreglo a criterios de calidad compartidos con el resto de agencias», además de remarcar su carácter «independiente e igualitario basado en criterios profesionales».