Apoyo «masivo» al primer día de huelga en General Química

Ó.C. / Miranda de Ebro
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El comité de empresa afirma que solo accedieron a la planta el personal temporal, al que se le recomendó trabajar, los servicios mínimos y los técnicos que están fuera de convenio

Los trabajadores hicieron una manifestación hasta el Ayuntamiento de Lantarón. - Foto: Ó.C.

La plantilla de General Química vivió ayer su primera jornada de huelga. El comité de empresa detalló que el seguimiento había sido «masivo», ya que indicaron que solo accedieron técnicos a los que nos les afecta la negociación del convenio colectivo, los servicios mínimos acordados y el personal temporal «a los que recomendamos que entraran, porque no son fijos», apuntaron los trabajadores ante posibles consecuencias para su continuidad en la planta ubicada en la vecina localidad alavesa de Lantarón.

Desde las 5.30 horas hubo piquetes informativos en la entrada de la factoría, que cuenta con 140 empleados de los que aproximadamente cien están afectados por el conflicto, en el que la plantilla demanda una subida salarial para no perder poder adquisitivo. A las diez de la mañana, alrededor de medio centenar de personas recorrieron la distancia entre el acceso de las instalaciones y el Ayuntamiento de Lantarón, un gesto más para que el grupo Dynasol -que está formado por KUO y Repsol- «actúe de manera responsable y con altura de miras». 

En el comité también planifican movilizaciones en Miranda, donde reside la mayoría de la plantilla, aunque de cara a la próxima semana, en la que tienen una nueva jornada de huelga el jueves 27. Los representantes remarcaron que en estos meses de negociación «no ha sido posible llegar a un entendimiento», aunque advirtieron de que han hecho concesiones, «como renunciar a los atrasos». También consideran que transmiten su voluntad negociadora con los servicios mínimos, con tres personas por turno, algo a lo que no están obligados, pero asumen que se han aplicado para dar servicio a otra empresa incrustada en el recinto «como es Evonik», recordaron.

Así, esperan que la dirección aumente la subida salarial propuesta, aunque el último acercamiento se produjo hace días, justo antes de que el 11 de junio empezaran las movilizaciones con una primera concentración a las puertas de la factoría. Volvieron a repetirla el jueves trece, aunque la negociación está estancada porque en el Preco  -el sistema de mediación del Gobierno vasco- tampoco encontraron un punto de encuentro.

«Contamos con tener que volver la próxima semana», admitieron en el comité.En la negociaciones, la empresa presenta los números negativos de los dos últimos años, algo que lastra las negociaciones. Aún así, en la plantilla recordaron que el descenso en las ventas se justifica por el cambio de legislación de los fitosanitarios, aunque puntualizaron que la factoría está preparada para producir nuevos productos, aunque «no se espera que empiecen hasta el último trimestre», remarcaron en el comité.