Lobo o multa

R.E. MAESTRO / Valtierra
-

Raúl Báscones, de Valtierra de Albacastro, no entiende que el Seprona le denuncie por «incumplir la normativa de protección de los animales de compañía» cuando él tiene los mastines para evitar ataques de lobos a su ganado en el monte

Ahora cuenta con cuatro mastines en esta zona enmarcada en Las Loras para proteger a sus ovejas y caballos de la raza hispano bretón. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

A Raúl Báscones no le queda más remedio que contar con mastines para cuidar a su ganado en extensivo en Valtierra de Albacastro y así tratar de minimizar todo lo posible los ataques de los lobos que merodean por la zona. Sin embargo, no sale de su asombro después de que el Seprona le haya multado por «incumplir la normativa de protección de los animales de compañía» después de que una patrulla observara a los dos perros «sin vigilancia ni custodia» transitando por un camino aledaño a la localidad.

«El año pasado tuvimos muchos ataques de lobos y cada vez que ocurre tiene que venir el guarda de Medio Ambiente a hacer el informe del animal muerto, yo contaba con dos perros y me dijeron que tenía que poner más», comienza explicando este ganadero de Valtierra, pueblo enmarcado en Rebolledo de la Torre. No sirve cualquier perro y eso exige criarlos y acostumbrarlos para que se queden con el ganado, pero «cuando no habían pasado ni 15 días de eso nos llegó una denuncia del Seprona por no tenerlos vigilados». Desarrolla que el pasado mes de mayo le llegó una multa de 1.000 euros -a nombre de su padre, José Antonio, dueño de la explotación-, pero lo recurrió y ahora le han enviado una resolución donde debe pagar 601 euros.

El ganadero considera que resulta «incoherente» que unos le pidan que ponga más perros y que otros le multen por tenerlos sueltos mientras solo cuidan de sus ovejas y caballos. «Es la única protección contra los lobos, pero lo que reivindico es que los perros están sueltos porque son perros pastores y esos sí pueden estar sueltos», asegura. De hecho, dice que en sus cartillas están dados de alta como animales para el ganado y no de compañía. «La única forma de que cuiden a las ovejas y a los caballos es que estén sueltos», aclara.

(Más información, en la edición impresa de este sábado de Diario de Burgos o aquí)