Es el único socialista que se ha pronunciado sobre el Tren Directo y que se opone a su recuperación. Pero no es otro que el ministro de Transportes, Óscar Puente, que mostró su rechazo en unas declaraciones adelantadas a este periódico en las que afirmó, rotundo: «Con estos costes, el Directo no es una prioridad». Estas palabras desataron una marejada de reacciones tanto en medios locales como nacionales, pero en los días posteriores el exalcalde de Valladolid no se bajó del burro cuando le preguntaron por este extremo. En más o menos los mismos términos mantuvo su oposición a la reapertura de la infraestructura.
Su rechazo frontal no solo sorprendió, para mal, a los ciudadanos de esta provincia -en especial los de la Ribera del Duero-, sino a sus propios compañeros del PSOE. Esther Peña, ya no solo una diputada por Burgos sino la portavoz nacional en Ferraz, no tardó en salir a la palestra para responderle. «La reapertura es posible, es viable, es conveniente y es útil. Y no vamos a cejar en nuestro empeño, gobierne quien gobierne y sea quien sea quien ostente la responsabilidad en el Ministerio de Transportes», afirmó. No solo eso, advirtió de que la posición del partido «es firme y contundente» en la reapertura de la línea férrea Madrid-Aranda-Burgos. Venía a decir por tanto Peña que Puente es un verso libre en el PSOE y que contradice las consignas internas de la formación política a nivel federal.
No fue la única socialista burgalesa que salió al quite. El exalcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, también mostró su desacuerdo con las siguientes palabras: «Las declaraciones de Óscar Puente han sido desafortunadas; se ha precipitado porque hay que esperar, al menos, a lo que diga el estudio de viabilidad que encargó el propio Ministerio».
Y también se unió a las voces discrepantes el secretario regional del PSOE, el burgalés Luis Tudanca, quien afirmó que el Tren Directo es «viable, conveniente y útil». «El PSOE de Burgos y de Castilla y León no va a cambiar su posición ni una pizca, ni una coma. Llevamos mucho tiempo defendiendo que el Tren Directo tiene que reabrirse», remachó.
Habrá quien alegue que qué iban a decir tres socialistas burgaleses con tal de quedar bien con los ciudadanos a los que representan. Pero es que el jueves la Asamblea de Madrid aprobó, por unanimidad, una proposición presentada por el PP. Partidos con tantas pocas cosas en común como PSOE, Vox y Más Madrid se unieron a la moción de los populares para solicitar la reapertura de la infraestructura, que lleva cerrada desde que en marzo de 2011 se quedó atrapada una bateadora dentro del túnel de Somosierra.
Por tanto, Óscar Puente no solo es el único socialista que se opone al Directo, es el único político que abiertamente se ha mostrado contrario a su recuperación. Para justificar ese rechazo ha recurrido al coste económico que supondría reabrir la línea, que él calcula en 1.300 millones de euros entre el proyecto de sacar la bateadora, la recuperación de la infraestructura y la electrificación. Pero llama la atención que el ministro refiriera estos números en su justificación cuando hay un estudio de viabilidad, encargado por su propio departamento, que todavía está en redacción. Y sorprenden también esas cifras porque expertos en infraestructuras consideran que son desmesuradas para las necesidades de la línea.